miércoles, 14 de diciembre de 2011

Capitulo 11: "Sin importancia..."

― ¿No te parece que Takeshi, así se ve muy... raro? ― dijo Kenta, mirando perplejo al mencionado.

Yamile sonrió divertida ante la escena, mirando también a Takeshi, que en ese momento se estaba poniendo el suéter de ella y se ajustaba el resto de la ropa ― Sí, pienso que se ve muy... afeminado... gey ― concluyó, y pese a haber dicho eso, Yami estaba complacida de que él estuviese usando una de sus chamarras.

― Por fin estoy usando una prenda tuya... ― coincidió Takeshi ― ... ahora me parezco más a mi hermana...

Yami se sentía feliz... feliz de que su relación con Takeshi fuera bien; y no quería arruinar eso. No quería que él dejara de apreciarla, porque ella realmente lo quería... él realmente le gustaba... pero, ¿él la quería?. Esa era una cuestión que Yami no dejaba de preguntarse, temiendo que la respuesta fuese un NO o alguno de sus derivados...

***

Yami estaba conversando con Akane acerca de un trabajo que tenían que realizar, investigando acerca de las diferentes tribus urbanas e incluso tener que actuar y vestirse como ellos, cuando de pronto noto a Kenta y Akita conversando; y se percató que Kenta movía de manera curiosa sus orejas, lo cual, por extraño que fuera, le recordó a un perro y se rió de ello; entonces, Akita comenzó a gesticular también... - "¡Por dios! ¡Eso es extraño!... realmente, él es extraño..." - pensó Yamile, mirándolo mover cada musculo de su rostro, logrando gestos curiosos y extraños, pero que de cierta forma le gustaban y la divertían, - "¿Cómo diablos hace eso?" - se preguntó, sin creer que alguien tuviese tanto control de sus músculos... que alguien pudiese mover la lengua así, al compás de sus gestos.... pues su lengua también había comenzado a contonearse y doblarse sin esfuerzo entre sus labios. En ese momento, Yami miró los labios carnosos de Akita y recordó el impulso que había sentido el día anterior; y por un momento, de nuevo ansió poder probar un par de labios así.... -"¡Joder, no... ¿Qué te pasa Yamile?!" - se reprendió a sí misma, bajo la vista para dejar de ver esos labios y para evitar que Akita la viera sonrojarse;  pero, cuándo Yami retiró los ojos del rostro de Akita, su mirada fue a parar hacía una cicatriz que él tenía en la muñeca izquierda... una gran cicatriz, por cierto.... ¿Cómo es que no la había visto antes?... al verla, Yami sintió curiosidad por saber cómo la había obtenido, pero sobre todo, se sintió ansiosa: ansiosa porque pese a que la cicatriz ya estaba cerrada, ella hubiera querido hacer algo; conocerlo desde antes y haber podido evitar que la tuviera; o al menos cuidarlo mientras sanaba. Y también deseo abrazarlo fuertemente....

Mientras pensaba en eso, ella sintió de que él la miraba fijamente; y apartó la mirada, nerviosa... ¿Habría podido ver, cómo se sonrojaba? o ¿Había visto la ansiedad y curiosidad que sintió al ver la herida?... fuera lo que fuera, ella fue incapaz de volverlo a ver y decidió concentrarse en sus amigos más cercanos...

Después de un rato, estaba conversando con ellos acerca de los gustos y cumpleaños de cada uno de ellos, ya que deseaba enterarse de más cosas acerca de su pequeña familia, cuando de pronto volvió a mirar a Akita, y le dio curiosidad... por lo que se acerco a él.

― Oye hermanito, ― le dijo ― bueno... de pronto me dio curiosidad y creo que es bueno que sepa para futuros sucesos... ¿Puedo saber cuándo es tu cumpleaños? ― concluyó, y esperó una respuesta. Pero en vez, Akita dio la impresión de que no respondería, y se sonrió, como burlándose de algo que Yami desconocía.

― ¿... y bien? ― dijo ella impaciente e intentando adivinar que era tan gracioso para él, pero sin siquiera tener idea.

― Bueno... se supone que es hoy... pero la verdad, ni quién se acuerde de ello... ― dijo al fin Akita, sin dejar de sonreír, pese a que sus ojos no estaban contentos.

Yami se sintió apenada ¿Cómo no se había enterado antes?... ― lo siento... ― dijo Yami sintiéndose sonrojar, por la pena de preguntar algo así, en tales circunstancias.

― No tiene importancia ― dijo secamente Akita.

― Claro que tiene importancia... ¡Es tu cumpleaños! ― dijo Yamile, sin dejar de sentir angustia; porque a ella sí le importaba.... ¡Era el cumpleaños de Akita!... y le habría gustado poder saber eso antes para poder hacer algo para él o darle un regalo por pequeño que fuera. Pero sobretodo, le importaba porque ella habría estado encantada de tener una escusa para poder abrazarlo; y ahora que la tenía se sentía mal, pues aunque en ese momento podía abrazarlo, sentía que pese a que su abrazo sería sincero, temía que él lo viese como algo hipócrita e interesado sólo por haberse enterado de ello... ― Lo siento ― volvió a decir, pues fue lo que lo único que pudo hacer en ese momento ― oye, entonces... ¿Cumples ya 16 años? ― le preguntó.

―No, apenas cumplo 15 ― dijo Akita, pareciendo apenado... - "¡Habría jurado que era mayor que yo!"- pensó Yamile, escrutando fijamente el rostro de Akita; y es que sus rasgos parecían los de un chico aún mayor...

― Entonces, eres mi hermano pequeño ― dijo Yami, y sonrió ― bueno, debo cuidarte pues los hermanos mayores deben cuidar a los menores.

― En ocasiones también los golpean... ― Akita sonrió ante su comentario.

―Bueno, pero yo seré una hermana que te cuidara...  ―  en eso, se dijo a sí misma que para la próxima, ya no lo olvidaría... no podría olvidarlo ni quería hacerlo, pues Akita, era su hermano... su pequeño hermanito, para el cual, ella estaría ahí siempre que lo quisiera... ― una hermana que te quiere ― dijo, sin estar segura si el sordo de Akita la había escuchado, pero de cualquier modo, le sonrió y Akita, le regreso una sonrisa igualmente...

martes, 13 de diciembre de 2011

Capitulo 10: "Me quieres...?"

>> Yamile deambulaba, sintiéndose como un zombie... un zombie al que acaban de quitarle su órgano vital: su corazón.

― Yami-chan ¿Te sientes bien? ― preguntó la chica cuando vio a Yami. Y acto segudido, la sujeto, pues parecía a punto de desvanecerse.

Yamile no pudo negar ni afirmar lo que le acababa de preguntar su amiga en un principio; pero sintió las lágrimas a punto de escurrir, hasta que tras mucho balbucear y tartamudear consiguió contestarle ― N-no... y él es... u-un idiota.... un idiota al que quiero, y aún así... m-me ha rechazado... ― Al decir aquello último, Yami volvió a sentir un dolor en el pecho, pese a haber apostado a que ya no podía sentir más dolor, pues pensaba que ya no tenía un corazón.

― ¿Cómo que te ha rechazado?... ¡¿Acaso te le has confesado ya?! ― preguntó asombrada y preocupada Sayu.

― No... bueno, algo así.... ayer... ― Yamile dudó, pues sintió un nudo en la garganta, por lo que cuando recupero la voz, soltó las siguientes palabras de golpe antes de no poder volver a hablar ― ¡Ayer hable con él!... y... ¡Se enojo porque él ya sabía que me gusta y porque yo no le dije nada hasta ahora. Dijo que se había decepcionado de mí, pues él creyó que yo era tan fuerte como para poder decirle lo que siento; pero no lo hice y ahora para él soy una cobarde!... dijo... ― Yami se detuvo un momento para tomar aire, y luego, continuo en un tono más bajo ― ... dijo que era mejor que yo me alejara de él para olvidar lo que siento; y que después... después... ¡¡Ni siquiera podríamos volver a ser amigos!! ― Yami sorbió por la nariz, intentando contener un poco más las lágrimas ― y yo... yo no... no le dije lo que sentía porque no quería perder su amistad. Y ni siquiera le dije cuando lo vi con otra chica. Todo esto porque... ― en ese momento, Yami miro a Kaiya y dudó acerca del cómo debía continuar ― ... no quería perder la amistad de alguien a quien quiero mucho.... ¡Y cuándo se enteró, me rechazo!... yo creí que él me quería... y me equivoque...

Sayu abrazó a Yamile para permitirle llorar en su hombro y para hacerla sentir protegida.... y cuando la abrazó, Yami pudo ver en ese momento el rostro de Kaiya.... ¿Acaso ella sentía culpa?... pues eso es lo que parecía indicar su rostro.

― Lo siento ― dijo su amiga, y agachó la vista -"¿Por qué se disculpa?"- se pregunto Yami ― lo siento tanto Yami... yo jamás debí haber dicho aquello... jamás debí haberte dicho que Tenshu me gusta también... ¡Fue egoísta!

― ¿Qué estás diciendo?

― Sí....es que sí yo no te hubiese dicho eso, las cosas serían diferentes. Sé que el verdadero motivo de que no le dijeras a Tenshu que te gusta, fue porque sabías que a mí también me gusta y no querías lastimarme al decirle... pero lo cierto es que,  si yo nunca te hubiese dicho que me gusta, tú habrías podido confesarte y no te habría llamado tonta. Es más, quizá ustedes hasta habrían salido y tú no estarías lastimada por algo como esto.... ¡Lo siento! ― Kaiya agachó la vista, y comenzó a derramar lágrimas.

― Kaiya... hermanita... ― comenzó Yamile ― ... no he de negarte, que en parte tienes razón. No le dije nada a Tenshu porque pensé en ti y de ninguna forma te heriría o te cambiaría por un chico. Porque, te adoro niña; y por eso no quiero que sientas culpa por algo que no hiciste... heeey, mírame, y entiende... sí Tenshu me rechazó y reaccionó de esa forma ante todo esto, es porque aunque me cueste decirlo... él nunca me quiso y solamente estuvo jugando con mis sentimientos... no es culpa tuya... si no, mía... y de él....

Yami se acercó a Kaiya y la abrazó mientras contenía las lágrimas. Entonces, se prometió a sí misma que nunca volvería a sentir celos de una amiga... que ya no confiaría en los chicos... que no confiaría en que alguien la querría, ni confiaría en el amor... pero sobretodo, sintió que de alguna forma, ya no podría querer de nuevo... porque el chico que ahora quería le había arrebatado el corazón y lo había roto.... por ello, se prometió intentar no volver a enamorarse...  >>

***
― Oye Yami... ¿estás bien? ― preguntó Akane

― Sí... sólo necesito... salir y dar una vuelta ― Yami se levantó de su asiento y se encamino fuera del salón, mientras se deshacía de aquellos recuerdos que hace un momento la habían embriagado.

Una vez que Yami estuvo fuera del salón, se hallo ante el dilema de que ya no quería caminar más, pero tampoco quería regresar al salón; por lo que se sentó en el pasillo mirando de frente la puerta del salón y pudo ver desde ese ángulo a Takeshi platicando alegremente con Akane.

En ese momento, Yamile recordó de nuevo lo que acababa de volver a vislumbrar hace unos instantes, y quiso darse de topes contra la pared. Y luego, se sintió un poco mejor cuando así lo hizo...

Hace poco más de un año, ella se había prometido no volverse a enamorar... no confiar en los chicos, y no tener celos de una amiga... pero parecía que todo le estaba saliendo mal, todo por culpa de Takeshi....

― ¡No, no, no, no!.... ¡Yamile Genji, idiota! ― se dijo a sí misma, mientras cerraba los ojos y volvía a estampar su cabeza contra la pared... De pronto, Yami sintió algo blando apoyarse a un costado de su cabeza, lo que impidió que ella se golpeara de nuevo contra la pared. Y cuando abrió los ojos, notó que se trataba de una mano... la mano de Akita...

― No lo hagas hermanita... por favor.... ― dijo él. Luego le sonrió con calma, pese a que en sus ojos había un gesto totalmente opuesto a la calma...

Yami miró de frente a Akita mientras él movía los labios... y de pronto, sintió el impulso de arrojarse sobre él y poder besar esos labios carnosos. Entonces, sacudió la cabeza, lo miro a los ojos y dijo ―  Era divertido... y yo sólo quería comprobar que tiene más resistencia... sí mi cabeza se rompía antes, o si era la pared... ― sonrió ante su broma para salir del atolladero y continuo ― pero ya no lo haré mas...

― No creo que sea buena idea que lo compruebes... por favor, no lo hagas... ― Akita la miró a los ojos un momento más y asintió mientras sonreía; luego se dio la vuelta y entró al salón, con Yamile siguiéndolo de cerca...

"¿Pero que demonios acaba de suceder?" -se preguntó Yamile - "¡¿Quise besarle !" - Yami sacudió la cabeza, confundida e intento darle una explicación a eso - "Sólo fue el momento... estoy confundida por culpa de Takeshi quien me está haciendo sentir emociones muy fuertes.... y con esa confusión y mientras pensaba en él... aparece Akita y estoy segura que por ello quise besarle .. " - por un momento Yami no entendió por qué demonios se estaba explicando aquello, pero se sintió más tranquila al hacerlo...

En eso, Yamile sintió un golpecito en el hombro; y al darse vuelta se topo con Takeshi, que le dijo ― ¿Dónde estabas Yamile-chan?... Siento que mi hermana me evita.... y la verdad, me siento raro porque la quiero y no me gusta que me evite sin saber por qué...

Yami se volvió a llenar de esperanza ante la frase "...porque la quiero..." que aún retumbaba en sus oídos, así que inmediatamente contesto: ― Naaaaah... son imaginaciones tuyas... ¿Cómo porqué habría de evitarte?... y es que bueno, tampoco voy a estar pegada a tus talones todo el tiempo ― Al decirle esto, le dedico una sonrisa...

"¿Será verdad que si me quieres?" - pensó Yamile, mientras aún le sonreía, y ocultaba por un momento el miedo y dolor que estaba comenzando a sentir...

viernes, 9 de diciembre de 2011

Capitulo 9: "Aún más..."

― Te ves cansada ― dijo Akane al mirar las ojeras de Yamile, y meneo la cabeza en un gesto de desaprobación.

Yami sonrió levemente y dijo ― Es que ayer fue un largo día. Ya sabes, por la mañana me fui a la convención, y por la tarde-noche la reunión y el desfile de Halloween que duró más de lo que espere ― claramente se le veía feliz por la sonrisa que mostraba en su rostro ―  Pero me divertí saliendo con ellas y haciendo idiote....

Akane de repente la interrumpió y le dijo ― Ya te había dicho que no fueras. Y que bien que te hayas divertido con ellas, pero creo que debiste haberte quedado en casa y haberte puesto a estudiar o ver televisión... No debiste haber salido con ellas...

Yami tenía mucho sueño, pero había pasado una buena noche divirtiéndose con sus amigas; y parecía que ahora su cuerpo estaba cobrándole y le hacia bostezar y cabecear incluso durante las clases; pero aún así, alcanzó a escuchar a Akane despotricando idioteces sin sentido contra las otras amigas de Yami.

― ¿Qué has dicho? ― preguntó Yamile, que no soportaba que alguien dijera algo malo o insultara a sus hermanas y menos sin justificación.

― Qué ellas... ― comenzó Akane pero luego rió burlona, se interrumpió a mitad de la frase y dijo ― ... sólo no las veas, sí eso es malo para tí...

― No digas eso, ni te pongas pesada. ― dijo Yamile, ya sin muchos ánimos.

Akane le dedicó entonces una mirada como cuchillo afilado, y se giro justo en  el momento en que una voz se dirigia a Yami.

― No le hables así a Akane ― dijo serio y molesto Takeshi.

Yami se dio vuelta sobre su asiento, para mirar de frente a Takeshi que estaba sentado detrás― Ella ha hablado mal de ellas. Y sin siquiera conocerlas quiere que las deje de ver. No me parece que primero las haya insultado ni que se ponga en ese plan de...

― No lo hagas, he dicho ― dijo con un tono furioso ― Solo no le hables así, ¿De acuerdo?... No dejare que la molesten.... ni que se enojen entre ustedes...

― Yo no he dicho nada malo; sólo le pedí que no se pasara con ellas... ― respondió Yami, temerosa por el tono de voz de él, y sintiéndose confundida...

― Las protegere a ambas de todos; incluso de ustedes mismas si es necesario. Y no dejare que le hables así a mi hermana... ― Yami miró sus ojos y se intimido, ya que los vio aún más fríos y distantes... -"¿Qué demonios te sucede?" - pensó, ya que él parecía muy molesto y ella ni siquiera sabía que es lo que había sucedido mal.

Y sin dejarla pensar en algo más, él le dijo ― La quiero y no quiero que le contestes si ella te reclama... ― Yami tenía miedo, y no sabía que es lo que debía decir; y antes de que tuviera oportunidad de averiguar qué, Takeshi se levantó de su asiento y se marcho, dejándola aún más confundida...

De pronto comenzó a verlo todo borroso y sintió ganas de llorar; sin saber si se debía al enfado, frustración o a los ¿celos?... Si, celos de que él hubiese protegido a Akane en ese momento; a una chica que hablaba repentinamente mal de él a sus espaldas. Celos de que él hubiese apoyado a Akane...

Y aunque ella intentaba comprenderlo y de cierta forma sabía que él lo hacía para evitar que ellas dos se peleasen, le había molestado que él la interrumpiera cada que intentaba explicarse y hubiera sido así de cortante con ella. Y por un momento intento imaginar que él quizá lo hizo de ese modo, atacandola a ella,  por que ella era más tolerante que la temperamental Akane...

Entonces, se sintió aún más frustrada de saber que quizá así era y que ella de cierta forma lo comprendía y justificaba porque lo quería; porque en verdad le gustaba. Y sobretodo, estaba furiosa consigo misma por darse cuenta de que lo quería tanto e incluso que cada día lo quería aún más, y aún así no poderselo decir por miedo... miedo y celos.

En ese mometno, Kenta se acercó a Yamile y pareció repentinamente sorprendido y alarmado por la expresión de ella. Alarmado por esas lágrimas que en cualquier momento podía desbordar ― ¿Estás bien?

― Ohh... claro ― respondió ella, regresando de sus pensamientos y mirando a Kenta ― Todo está bien... sólo tengo sueño... ― y le sonrió en un intento de apoyar sus palabras para poder tranquilizarlo...

Kenta la miró y pareció complacido por la justificación de Yami, pues le había creído, por lo que Yami sonrió con más fuerza, agradeciendo que fuese tan sencillo engañarlo y que no hubiese sido otra persona más hábil con las emociones, quien le preguntase aquello.

***

Así fue como los días fueron avanzando.

Y con el paso de esos días, Yami seguía evitando de cierta forma a Takeshi. Pues sucedía que él también le daba la impresión de que había comenzado a ignorarla y alejarse de ella sin motivo aparente. Y entre más tiempo pasaba, ella tenía cada vez más miedo... Miedo porque se daba cuenta, de que entre más tiempo intentaba ignorarlo, ella se encaprichaba más con él...

Y en su fuero interno, también se enfadaba por no poderlo tener, por no poderle decir lo que ella sentía y por desconocer que sentía verdaderamente él...

Porque sabía, que cada día lo quería más que el día anterior y eso la confundía aún más... cada vez más...

viernes, 2 de diciembre de 2011

Capitulo 8: "Reencontrarse con los recuerdos..."


Yamile se encontraba de pie frente a esa casa, en espera de que alguien escuchara el sonar del timbre, se  abriera la puerta y salieran a recibirla. Ciertamente se le veía feliz. Sonreía.

De pronto, la puerta se abrió de golpe, una silueta salió corriendo y se abalanzó sobre ella. Al siguiente instante, tenía una maraña de cabello tapándole el rostro, unos brazos rodeando sus hombros y una voz femenina que con alegría le dijo: ― ¡Qué suerte que hayas podido venir! ― y se reconoció la voz suave pero firme de Kaiya, quien abrazó a Yamile durante varios segundos, hasta casi asfixiarla.

― Sí.. t.tenía ya mucho tiempo desde que... nos vimos la última vez.... ― dijo Yami con dificultad para hablar, pues aún sentía la presión de los brazos de su mejor amiga ― Las extrañe tanto... ― Yami miró por encima del hombro de Kaiya, y vio otras dos siluetas femeninas mirando la escena desde la puerta. Entonces, como pudo alzo el brazo y extendió su mano, en forma de seña para invitar a Sayu y Arween a que se unieran al abrazo también.

Sí, se sentía un poco asfixiada por todo aquello, pero estaba contenta. Feliz de tener de nuevo a sus tres amigas cerca.

Sucede que esas chicas eran definitivamente las mejores amigas de Yamile. Y sin importar que hubiera conocido a Akane o que llegara a conocer a más chicas, nadie reemplazaría el sitio que tenían ellas. Porque su amistad ya llevaba forjándose desde hace tres años; desde el momento en que se conocieron al entrar a la secundaria. Y durante el pasar de esos años. había vivido tantas cosas con ellas: Crecieron juntas y de alguna forma, una se parecía a otra en algunos aspectos; porque de algún modo ellas eran  como verdaderas hermanas. Y nada, ni siquiera el tiempo o el cambio de escuela, harían que ese sentimiento se fuera.

Estuvieron entrelazadas en el abrazo solamente un par de segundos; y al soltarse, todas entraron en la casa que había detrás de ellas. Entonces, cuando Yami cruzó el umbral, comprobó que aún sentía la casa de Arween como un lugar seguro. Seguía siendo el refugio que había sido en muchas otras ocasiones...

― ¿Cómo has estado Yami? ― preguntó Kaiya al fin― Tiene tanto que no sabemos nada de ti, que hasta pensé que te escondías de nosotras...

― ¡Jamás lo haría!... ― dijo Yami exagerando el tono de voz a propósito ― Es sólo que, como ya no vamos en la misma escuela y nuestros horarios tampoco no coinciden...Y ni había encontrado la oportunidad de contactarlas o me había topado con Sayu, ¡Y eso que las dos vamos a la misma escuela! Lamentablemente su horario de clases es en la mañana...  Esto de ir en un turno durante la tarde me descompensa mucho. Yo... lo siento... debí haberlas buscado con más ganas ― se disculpó Yamile, y como respuesta, las otras chicas, la abrazaron.

Entonces, todas comenzaron a hablar de las novedades no contadas y de los recuerdos ya vividos, haciendo del "Recuerdas aquella vez, cuando..." o del "Cuéntame más..." sus frases favoritas; sumergiendo a Yami en un mundo ya conocido. Estaba contenta, en confianza y con gente que amaba...

Definitivamente ellas eran amigas verdaderas. Su verdadera familia... sus tres queridas hermanas...

***

― Y bien Yami ¿Ya tienes amigos nuevos?  ― preguntó Arwen, mientras se maquillaba para el Halloween al que asistirían esa noche.

― ¿Qué me dices de conseguirte algún chico? ― completó Kaiya.

― Pues sí tengo algunos amigos... y también hay chicos... de hecho, son demasiados chicos en la escuela... en mi grupo por ejemplo, solo somos 5 chicas.

― ¿Y, qué tal son tus amigos?  ― terció Sayu.

― Bueno... aaam.... Akane es con quien más convivo en la escuela. Es una chica curiosa... porque es buena persona y amable, pero eso no le quita lo terca, orgullosa y enojona...; también está Kenta, quien es un chico tímido, educado... bueno al menos es educado conmigo, porque he notado que con los demás puede ser muy grosero...; está Takeshi... y él... es muy reservado y frío, pero me quiere y no me trata mal... y.... y también esta él: Akita... ― Yami se detuvo, y dudó, pues no sabía cómo debía describirlo ― él... sólo es... Akita ― concluyó, pues no encontró otra forma de decir las cosas, y hacerle justicia a su extraña y atrayente forma de ser.

― Uuuuy.... has dicho su nombre de forma curiosa y hasta podría jurar que he visto algo raro en tus ojos en ese momento ¿Te gusta ese chico? ― preguntó Kaiya.

― No... ― Yami lo negó, pero recordó entonces sus ojos y se corrigió ― Bueno, no exactamente....

― ¿A qué te refieres?

― Él es raro... "misterioso" es la palabra correcta. Porque desde la primera vez que lo vi, me dio la sensación de que lo he visto antes, pero sé que no lo conozco. Tampoco sé mucho acerca de él porque no se deja conocer. Pero por lo poco que hemos conversado, ha sido amable y amistoso.... Puedo decir que él tiene un halo de misterio que me repele y atrae mucho.... y sus ojos. Oh, definitivamente lo que más me gusta de él son sus ojos: son lindos, cálidos y raros también... creo que al verlos, siento que puedo llegar a conocerlo mucho a través de ellos...  ― Yami se detuvo un momento para pensar como debía continuar, y sonrió al decir: ― Sí, ahora que lo pienso, es definitivo que Akita me gusta. Pero, temo decepcionarte al decir, que no me gusta de la forma que insinúas; si no más bien, me gusta como persona.... mmm... no sé si me entiendan. Me gusta ese misterio, esa amabilidad, su carisma... y al menos lo poco que conozco y que he podido ver en él me gusta. Pero, repito, no me gusta como chico, si no como amigo. Y me intimida en cierto grado.... ― ella ya no supo como continuar, por lo que se detuvo.

Sus tres amigas la miraron un rato, y Kaiya comenzó a reír abiertamente.

― ¿Qué? ¿Tiene algo de gracioso lo que dije?

― No, pero ese tal Akita me provoca curiosidad....

― Debería conocerlo para poder comprenderte mejor ― interrumpió Arween ― Y saber por qué pareces confundida y encandilada a la vez, al hablar de él ―  eso provoco que Yamile se sonrojara. "¿Encandilada? ¿Realmente lo estoy?"- pensó

 ― Y entonces, si no te gusta él... ¿Hay algún otro chico interesante?

― Takeshi también es interesante; y sí todo va bien y tengo suerte con él, entonces yo tendré un chico y ustedes un cuñado ― dijo Yami sonriendo....

Estaba feliz y cómoda. Realmente le sentaba bien estar con ellas.

― Eso suena bien ― dijo Kaiya, interrumpiendo por un momento el arreglo de su maquillaje ― Cuéntanos sobre él...

― Él es un tanto frío y muy callado. También debería admitir que es algo arrogante. Y sí,  está definitivamente loco, es tan distante de todos... Pero, es por eso que quiero salir con él; porque quiero comprobar que quizá sea un poco sensible.... Y últimamente él me atrae....

― Sabes, suena a que los tipos que conoces están locos... y tú aún más por fijarte en alguno de ellos... ― dijó Arwen.

― Sí Yami, definitivamente....  ― sonrió burlona Kaiya ― Antes te gustaba Tenshu, y ahora, otro tipo raro.

―  ¡No deberías quejarte! Porque tú no te quedas muy atrás. A ti también te gustaba Tenshu...; lo cual indica que no estoy tan mal, o en un caso más probable, que ambas estamos chifladas ― bromeó Yamile. E intentó sonreír con el fin de ocultar la emoción y dolor que había sentido al escuchar mencionar a ese chico. Un chico que aún quería; un chico que no olvidaba todavía. Ese chico, que se había encargado de lastimarla tanto al rechazarla... Él era el culpable de que ella siguiera desconfiada de los chicos...

***

Miró el reloj, y se dio cuenta que aún era temprano, pero que todavía tenían una larga noche por delante....

― La música del lugar estuvo bastante bien ― dijo Sayu, mientras salían de la convención de Anime.

― Sí. Supongo que esto no está tan mal, mientras esté con ustedes. ¡Y lo mejor es que aún lucimos bien para ir al Halloween! ― continuó Kaiya, mirando los respectivos disfraces de las otras 3 chicas ―Todas lucimos, a su modo, encantadoras y raras.

― Lastima que no pueda ir con ustedes ― afirmó triste Sayu ― Me gustaría divertirme y ver más disfraces...

― Sí, lastima... sólo he podido verte un ratito ― dijo Yamile, decepcionada de que su amiga tuviera que irse.

― Bueno, al menos diviértete con Junjou...  y alegralo esta noche. ― dijo Kaiya de forma atrevida, cargando la expresión de doble sentido.

― Yo... yo... ― Sayu se sonrojo, comenzó a balbucear y opto por despedirse de ellas ― Por favor, cuídense. Las quiero... ― entonces, dio media vuelta, y se fue.

― No deberías decir eso así Kaiya, podrías incomodarla. ― dijo Yami, mientras miraba en la dirección en que Sayu se marchó.

― No puedo evitarlo. Yo soy así de atrevida, y no me gusta tragarme las cosas que pienso. ― Yami sonrió ante ese comentario. Kaiya tenía razón, ya que en los años que llevaba conociéndola, siempre había sido tan directa; y eso era precisamente lo que más le agradaba de ella.

― Lo sé ― dijo Yami, y la abrazó ― A mí no me incomoda. Así te adoro niña...

Yami miró a sus amigas y supo que pese a no verlas durante mucho tiempo, sus locuras y ocurrencias siempre la harían sonreír. Estaba segura, que siempre contaría con ellas; siempre serían hermanas. Y esa certeza la hizo extrañar aquellos días en donde podía estar con ellas a diario, sonriéndole a la vida juntas, superando cualquier problema entre todas y sabiendo que sí algo iba mal, tendrías tres personas que te apoyarían incondicionalmente.

Pero ahora, todo era tan distinto con todas lejos, luchando individualmente por un futuro... un futuro, que de alguna manera, todas compartirían y siempre estarían juntas.

― Las quiero niñas.... y realmente mucho ― dijo Yami, parándose en puntillas, para poder alcanzar la mejilla de ambas y poder darles un beso a cada una ― Prometo, que nunca las dejare.

Kaiya le dio un golpe en el hombro y le dijo ― Ya deja las cursilerias... eso es asunto de Sayu. ¡ Larguémonos a asustar a los pequeños niños y a robarles dulces!

Yami sonrió. Hace tanto que no estaba tan contenta...

jueves, 1 de diciembre de 2011

Capitulo 7: "Como un hermano"

Ya había pasado cierto tiempo desde aquel suceso con la sonrisa y los ojos de Takeshi, pero para Yamile aún estaba fresco, y el recuerdo le bombardeaba la mente constantemente; asunto que por demás, la inquietaba.

Sabía que estaba teniendo una reacción exagerada ante eso, pero últimamente nada la distraía de pensar en ello, y por si fuera poco se estaba sintiendo un poco solitaria. El hecho era que durante las ultimas semanas, el trato con sus amigos se había modificado un poco, y todo era por causas externas a ella.

Sucedía que sus amigos la habían apartado un poco; por ejemplo, ya no hablaba mucho con Akane, y eso por que su amiga estaba un tanto ocupada ligándose a ese flacucho y pequeño chico que ahora le gustaba; por otro lado, Kenta había decidido que tras lo sucedido entre ellos, lo mejor era distanciarse un poco para que él se “olvidara” de sus sentimientos… Kenichi, pese a hablarle de vez en cuando, no era muy apegado a ella… y estaba Akita... de quien ella tenía unas ganas tremendas de hablar con él, pero parecía tan absorto en su propio mundo, con esos ojos tristes y distantes, que no se atrevía a acercarse mucho a él.

Todo esto, hacía que Yamile pasara más tiempo con el propio Takeshi, cosa que no solucionaba el hecho de pensarlo y comenzaba a hacer que ella se interesara aún más. Y aún así, pese a sentirse intimidada, confundida e incómoda ante él, seguía intentando hacer que él la quisiera más. Y de algún modo, le funcionaba bien eso de ser "como hermanos", pues ahora conocía más sobre el misterioso Takeshi...

― Yamile-chan ― dijo repentinamente Takeshi en un tono informal, como si hablase casualmente de un tema que se hubiera quedado pendiente ― ... te prometo que algún día te llevare a mi casa, y te dejare conocer a mi familia.

― ¿No hablaras en serio, o sí? ― dijó Yami, sorprendiéndose por la espontaneidad al decirle aquello, y de las ocurrencias de Takeshi.

― ¡Claro Yamile! ¿Por qué no habría de hacerlo? ... Eres como mi hermana, así que debes conocer al resto de "nuestra" familia. ― dijo él con una sonrisa en la cara, dejándola asombrada por la naturalidad con la que sonreía últimamente ― Pero además de eso, lo hago porque te quiero, y confío en ti...

― Gra.gracias ― dijo Yami, mientras se sonrojaba.

Se le hacía curioso ese repentino acercamiento que solía tener con Takeshi, pues definitivamente era muy raro que él se comportara de aquella forma; sin embargo, era aún más curioso esa punzada que sintió ella al darse cuenta -un par de clases más tarde- que ese trato no era tan especial, porque también a Akane comenzó a llamarla "hermanita"...

Pero de algún modo, también le alegro aquello, pues ahora eran como una pequeña familia... una familia de la que apenas sabía nada, pero que de igual forma, quería....

***

Era casi la hora de salir de clases ese día, y en el salón se sentía un ambiente totalmente relajado.

Yamile se encontraba mirando en aquella dirección, sonriendo por lo que veía: Takeshi y Akita charlaban como buenos amigos y aunque ya los había visto en otras ocasiones platicando, no por ello dejaba de ser raro ver a  esos dos misteriosos chicos conversando tan tranquilamente. Y es que eso se le hacía sumamente curioso y lo envidiaba, pues quería no solamente llevarse bien con Takeshi, si no que quería que Akita también la tratara más cercanamente... quería poder verlo cuando sus ojos cambiaran, a aquellos radiantes... quería ser su amiga... y no cualquier amiga, si no, una buena amiga...

En ese momento, Takeshi giro el rostro y vio a Yamile mirando atentamente en aquella dirección. Ella se sonrojo, sintiéndose como un niño que es atrapado haciendo una travesura. Y se sintió aún más nerviosa cuando él comenzó a acercarse a ella.

― ¿Sucede algo hermana? ― le dijo él.

― No, nada, sólo divagaciones mías... ― respondió Yami, evitando mirarlo a los ojos.

Akita se había acercado también, e interrumpió diciendo ― ¿Hermana?― luego, miró alternativamente a Takeshi y a Yamile, confundido por aquello ― ¿Ustedes son hermanos?

― No realmente ― dijo Takeshi ― sólo la trato como mi hermana porque ella necesita protección. Por eso la llamo hermana... es mi hermana "adoptiva".

― Oh, ya veo... ― dijo Akita repentinamente, pareciendo apenado, y se creo un ambiente incomodo entre los tres, que él rompió diciendo ― Espera... entonces, sí tú eres su "hermana", y yo soy como un hermano de él, eso te convierte también en mi hermana, ¿Cierto? ― dijo, refiriéndose a Yamile.

Yami lo miro fijamente, y no supo que decirle a Akita.... ¿Acaso él quería, que ella fuese también como su hermana?... la idea le agradaba.

― Bueno, supongo que.... no querrías ser hermana de alguien como yo.... así que... ― Akita había malinterpretado el silencio de Yamile, y por un instante parecía decepcionado y más apenado. Pero fue durante ese momento que Yami pudo ver de nuevo lo "frío" de sus ojos...

― ¡No!... bueno, quiero decir.... aaam... es sólo que me sorprendió lo que has dicho... ¿Quieres ser mi hermano?... y-yo sí...― tartamudeo y balbuceo ella.

― Oh... entonces serás mi amiga...no, mi hermana... ― Mientras decia esto, Akita sonrió y apartó la vista, pero Yami pudo ver, como sus ojos volvían a hacerse cálidos...

― Me encantaría ― respondió, encandilada por el brillo de esos ojos... y recibió como respuesta, una sonrisa genuina de Akita.

De pronto, el sonido del timbre que anunciaba el fin de las clases, interrumpió ese momento, y Yamile comenzó a guardar sus pertenencias en la mochila.

Fue entonces, cuando Takeshi se acercó a ella y le dijo ― ¿Te parece sí te doy mi e-mail, para que podamos hablar? aaaam me gustaría que me agregaras, porque quiero poder hablar más contigo, incluso fuera de la escuela, y poder conocerte mejor. ― Ella sacó una pluma y anoto en una de sus libretas. Y justo cuando guardaba de nuevo sus cosas, Akita se acercó y le pidió a ella su e-mail.

― ¿Tienes dónde escribir? ― le pregunto ella.

― No. Pero... aaam... escribelo aquí ― y le tendió el brazo, por lo que ella sonrió y comenzó a escribir sobre la piel.

― Listo. Agrégame. ― le dijo ella y se despidió, dejando a Akita con todo el antebrazo marcado por la tinta de aquellas letras gigantes que había plasmado para que no lo olvidara.

Yami salió del salón y camino por el pasillo mientras sonreía. No dejaba de sorprenderse por el ritmo y rumbo repentino que había tomado su relación con ellos. Se sentía emocionada por lo fácil que se estaban haciendo las cosas; pero más aún, por haber descubierto que las emociones y sentimientos de Akita eran los que hacían cambiar sus ojos...

"Quiero ver siempre a un sonriente Akita... quiero que siempre tenga esa hermosa mirada llena de vida... quiero en verdad ser una amiga para él... quiero ser como una hermana... " - pensó Yami, sonriéndo al imaginar y recordar ese rostro sonriente y los ojos de Akita... sonriendo, por lo que la vida le estaba dando...

martes, 29 de noviembre de 2011

Capitulo 6: "Acercándose a ese chico"

Los días siguientes fueron avanzando, y con ellos, Yamile había iniciado la mision: "Acercandome-al-chico-que-me-gusta". Pero entre más días pasaban, eso parecía ser algo más que difícil y sentía que realmente no lograba nada...

Los motivos eran los siguientes: Takeshi, quien era interesante por su seriedad y demás,  era un tipo muy complicado y lo único en común que tenía con Yami era su gusto por el Anime y por el dibujo; ya que, entre otras cosas, ambos escuchaban tipos de música muy diferentes entre sí; a él no le gustaba la literatura; ni veía demasiadas peliculas; pensaban como 2 mentes completamente opuestas; además de que él casi nunca hablaba de sí mismo; y por ende, a Yami no se le ocurrían formas de acercarse a él, ni mucho menos, hacer uso de cualquier tema para conversar con él...

Pero al menos, lo único que había logrado, era que Takeshi se decidiera por hacer un "asiento permanente" detrás de Yami, así que al menos, lo tenía cerca casi todo el tiempo dentro del salón. Y aún así, ella no pensaba en darse por vencido así como así, sin antes haberlo intentado lo suficiente...

***

Un día Yamile se encontraba leyendo en silencio, en un receso entre clase y clase. De pronto, comenzó a escuchar de fondo la música electrónica que Takeshi estaba escuchando y sonrió con ironía  No era algo que le desagradara, pero le hacía darse cuenta cuan alejados estaban uno del otro. De pronto fue interrumpida por él...

― ¿Yamile? dijo, dándole un ligero toque en el hombro para que ella volteara.
― ¿Qué pasa? ― contesto Yami al darse la vuelta, y sonrió, pese a que Takeshi tenía un rostro sumamente serio.

― Sólo quiero saber que es lo que estás leyendo... y... ¿No te aburres? Quiero decir, sentada ahí, sin hacer nada, mientras el resto se divierte un poco... ― su rostro parecía inescrutable, por lo que Yami sonrió antes de responder.

― Bueno, este libro tiene compilados algunos cuentos y poemas... y no, no me aburro ― como el rostro de Takeshi tenía una expresión de incredulidad, ella continuo ― Suena aburrido, pero en verdad, adoro todo tipo de literatura, ya sea clásica, fantasiosa, futurista...

― ¿ Te he dicho antes que eres rara... e interesante?... ― la interrumpió él ― Eres complicada. Y sí, diferente a muchas, pero parecida a otras pocas... ― dijo Takeshi con el ceño fruncido, y Yami no supo si la mirada de desaprobación iba dirigida hacía ella, o al libro que sostenía entre sus manos.

― No. Eeeeeh... o al menos no, que yo recuerde ― respondió Yami sintiéndose consternada.
― Bueno, pues ciertamente lo eres... pero de cierta forma, podría decirse que me agradas.

― Vaya, g-gracias ― respondió Yamile sin saber si debía tomar aquello como un cumplido, o una especie de insulto ― y tú me agradas a mí. Eres diferente, pero un buen chico.

― Bueno... justo en este momento, tras oirte decir eso, pienso que estás loca por pensar así de alguien como yo.

Yami no sabía que pensar. Takeshi la hacía sentir ¿intimidada?...

Pero de hecho, de algún modo increible, eso hacía que quisiera atraerle más y quería demostrar que si podría lograr lo que ya se había propuesto.

En ese momento, Takeshi la miro fijamente por un par de segundos, y se acerco para poder rodear los hombros de Yamile con un solo brazo, en una especie de abrazo que Yami sintió raro y un poco forzado. Entonces, él le dijo ― Eres tan rara. Y justo ahora, te siento frágil y tan delicada... realmente pequeñita. Es extraño sentirte de ese modo; pero eso hace que sienta la curiosa urgencia de querer protegerte, cuidarte y de poder verte sonreír... ― agacho la vista unos cuantos segundos, y luego prosiguió ― Y si lo pienso, para ser honesto eso me fastidia un poco.... Es decir, que de cierta forma, tengo un instinto protector hacía ti, tal y como el que se supone se tiene ante una hermanita, y me molesta sentir algo así... es complicado.  Pero de algún modo, sé que te quiero y te siento como mi hermana... mi hermana pequeña...

― Wow... ― dijo Yami aún más confundida, consternada y por un par de segundos se quedo sin habla, sin saber ni que decirle.  ― N-no.... no me esperaba eso...

― Sí.... yo tampoco lo esperaba ― Respondió él con el ceño fruncido, luciendo confundido. Y luego, retiro su brazo de los hombros de Yamile ― ¿Te molestaría si te tratara como mi hermana?

― No... eso creo... ― dijo Yami, un poco molesta de que las cosas resultaran de pronto así, pues no buscaba tener ese tipo de relación con él. Pero se sentía aún más intimidada que antes, por esa nueva actitud de Takeshi... y sobretodo, ansiosa por saber que sucedería...

"Al menos he logrado algo..." -pensó- "... pero no pienso rendirme así, tan fácilmente."

No quería que Takeshi se quedara así, con esa sensación simplemente fraternal. Y era cierto que ya había logrado que él la "quisiera" de cierta forma, pero aún no era suficiente . De hecho, ella sentía que tenía que haber más... más debajo de ese Takeshi frio y distante, y quería ser ella quien quizá, descubriera esa parte más sensible sumergida dentro de él...

Entonces, Yami lo miro fijamente a esos ojos sin vida ni brillo; y para su sorpresa, al mirarlo así, fijamente, Takeshi le dedicó una sonrisa.

Fue extraño mirar aquello, pues era la primer sonrisa que veía en él. Y en el momento en que las comisuras de sus labios formaron aquella sonrisa, los ojos de Takeshi adquirieron un brillo... fue como si aquellos dos ojos fueran un par de pozos profundos que se encontraban cubiertos con una roca, y en el momento que la retiraban con una sonrisa, un poco de luz se filtraba en ellos, llenando sus tranquilas aguas de brillo y vida; agitando los pozos con el viento, llenándolos de ondulaciones, tal como una marea pequeñita encerrada ahí dentro... dando vida, a lo que parecía muerto.... alumbrando con ese pequeño rayo, hasta el más profundo recoveco de esas oscuras aguas, volviéndolas claras y fáciles de ver; iluminando y permitiendo ver, hasta el mínimo milímetro del ser de Takeshi... del Takeshi que ella anhelaba... que ella ansiaba... que era "suyo", por ser seguramente la primera en ese lugar, que podía ver aquello... "el Takeshi que sólo conozco... MI Takeshi" -pensó ella.

Yami se sorprendió entonces, pensando aquello y sonriendo también.... pero confundida por todo eso... y de inmediato, su burbuja explotó y dejo de pensar...

En ese momento, Akane se acercó a ella, y la tomo de la mano para llevarla lejos de ahí. Pero en esos segundos en que Yami sintió la mano de Akane rodear su muñeca y tirar de ella para sacarla de aquel salón, Yami seguía con la mente en blanco, asombrada con el reciente suceso.

Fue como si por un momento, hubiera entrado en shock. Y no reacciono en un rato, ni siquiera mientras su amiga parloteaba y le contaba sobre su "nuevo prospecto"...

Yami no la escuchaba...

Se sentía lejos...

Perdida...

De pronto, lo recordó...

Recordó otro par de ojos... ¿Quien habia sido?... Esos ojos que la habían encandilado de un modo diferente... Realmente le habían gustado... ¡Akita!...

Se dio cuenta que con los ojos espontáneos de Takeshi, se vio sumergida en la confusión. Un sentimiento que aún ahora se azotaba fuerte contra su mente y agitaba su corazón, obligandolo a latir desenfrenado, enloquecido... y haciéndola respirar profunda y entrecortadamente. Era una sensacion que estaba atrayendola hacía Takeshi, pero definitivamente no quería ver de nuevo esos ojos así....

En cambio con Akita, recordó ese sentimiento febril de querer ver a toda costa ese par de ojos hermosos... sin la exagerada reacción de su corazón... volviéndolo todo más natural y fácil para ella...

¿Qué lo hacía todo tan diferente?

Sintió de nuevo su corazón, y se sorprendió; porque había estado intentando atraer a ese chico, pero le había sido al revés... saliéndole el tiro por la culata, y terminando en vez, siendo ella, la atraída hacía él...

¿Qué tanto podía llegar a gustarle Takeshi, y de que modo?

lunes, 28 de noviembre de 2011

Capitulo 5: "El chico que te gusta?"

Yami miro alrededor de ella sonriendo. Se sentía  tranquila y pensó que realmente empezaba a irle bien en esa escuela. Tenía un buen promedio, y ya no la consideraban "la antisocial" que ingresó; de hecho ya tenía un buen número de amigos y conocidos, entre los que figuraban Akane, Takeshi, Kenta Kenichi, Janao y... Akita... que aunque casi no hablaba mucho con él último y sentía que él seguía mostrándose reservado y curioso, Yami lo consideraba un buen amigo.

Y aunque había ocasiones en que convivía más con unos que con otros, pese a eso, a todos los apreciaba...

Mientras Yami pensaba aquello, iba paseando la mirada, posándola sobre cada uno de ellos, demorándose un poco más sobre los rostros de Takeshi y Akita, los chicos que le parecían más intrigantes, tal y como si quisiera descifrar con exactitud las expresiones de sus rostros... de sus ojos...

En ese momento, mientras divagaba detenidamente, un golpe en la nuca, propinado por Akane, la regresó a la realidad, mientras la escuchaba decir molesta ― ¡Demonios Yami!... ¡Reacciona!... te estoy hablando y siempre estás en la luna...

―Lo siento ― se diculpó Yamile ― ¿Qué me decías? ― A veces, Akane solía desesperarla con sus cambios de humor, pero hacía lo posible por no soltarle un puñetazo de vez en cuando; después de todo, era su mejor amiga en aquella escuela, y pese a todo, realmente la quería.

― Te preguntaba que sí...¿Hay alguien qué te guste?

"Que pregunta tan trivial... dado su enfado, pensé que sería algo más importante" ― ¿Y a qué viene la pregunta?

― Tengo curiosidad, porque a mi si me gustan algunos chicos... Y además, tras lo que sucedió con Kenta, pensé que comenzarías a pensar en aquello y...

― Ni lo menciones ― interrumpió Yami

― ... quería saber sí te gustaba alguien.... ― terminó Akane

― jmm... pues realmente no había pensado en ello... ― Yami se rió por las repentinas ocurrencias de Akane. Y aunque le había desesperado su pregunta tan trivial, también sentía que era bueno tratar temas así con otra chica, porque eso la distraía... Así que en vez de quejarse, pensó seriamente aquello y tener algo en mente para responderle  ― Ok, ya lo tengo... Lo cierto, es que me sigue gustando un chavo de mi anterior escuela, pero supongo que eso no importa. En tabnto que, Hiroki es guapo...

― ¡Heeeeey! ¡A mí también me gusta Hiroki! ¡No vayas tras él! ― la interrumpió Akane. Yami solamente rió, pues pensó que eso era una tontería, pero igualmente continuó:

― ... pero, hay alguien que me llama la atención...

― ¿Quién?

― Takeshi... ― dijo sin chistar ― Y sé que tal vez suena raro, pero no me gusta realmente,  ni me atrae.... Sé que quizá tampoco sea de tu tipo, pero...

― No lo es definitivamente, y no lo entiendo... ¿Por qué él?... es tan frío, reservado y distante...

― Precisamente es por eso... Porque eso, me da curiosidad. ― Su amiga la miro, con toda la confusión retratada en el rostro, y ella prosiguió. ― Es que parece que repele a casi todos. Es distante, frío, muy raro y directo... Y por eso tengo la espinita de la curiosidad, de saber que sucedería si intento salir con él... porque sí consigo que funcione, será mi capricho cumplido. Tengo ganas de hacer que me quiera y ver qué sucede... Pero no sólo lo hago como pasatiempo, porque también lo quiero y me gusta su personalidad... también por eso...

― ¿Alguna vez te han dicho que estás loca?

― Sí, muchas veces... No serías la primera que lo piensa.

― Aunque, me parece bien que quieras interesarle a un chico... Sería bueno, y quizá deberías intentar con dos... o con tres...

― ¿Y la loca soy yo? ― y rió con su tono tan abierto de decir aquello ― Bueno, intentare ver que logro con él...

Yami se sonrió a si misma, sopesando la posibilidad del reto que acababa de auto infringirse... sonriendo, emocionada por saber que sucedería de ahora en adelante...

Takeshi... un díficil reto.

lunes, 31 de octubre de 2011

Capitulo 4: "Un buen amigo"

Esa noche estaba lloviendo. En serio llovía mucho; y para la buena suerte de Yami, ella  no traía suéter ni mucho menos un paraguas, por lo que se conformó con cruzar los brazos frente a su cuerpo, intentando guardar un poco de calor y cubrir sus pechos para que a través de la blusa, no se notara cuanto frio tenía. Y permaneció esperando fuera de la escuela.

“Maldito clima…" -pensó- "Esta tarde estaba soleado y ahora llueve... ¿Acaso mis padres no piensan venir por mi?... ¡Me congelo!” - Y mientras, miraba con gesto impaciente a los coches que iban y venían por la avenida, para recoger a los alumnos que como ella esperaban debajo de la lluvia.

De pronto, al otro lado de la avenida vio caminar a Akita y Takeshi sobre la acera. “Así que no sólo conviven en el salón, sino que ¿También se van juntos?”. Deseo ir y poder despedirse de ellos, pero de inmediato desecho esa idea, pues aunque a Takeshi ya le hablaba bastante bien y confiaba en él, ahí estaba Akita, por quien ella aún sentía un poco de miedo e incomodidad; así que permaneció mirándolos desde la distancia.

Los vio platicar entretenidos sobre algo, pese a que no parecían bastante satisfechos... y realmente sintió una repentina curiosidad. pero no quería molestar “al-chico-de-los-ojos” ya que temía no agradarle. De hecho, hace días se había sentido bastante intimidada por él y su actitud; pues solía mirarlo de vez en cuando y notó que su mirada fría perduraba, incluso al estar con sus amigos o alguna chica -y vaya que lo había visto con muchas chicas-.Y temia que en realidad él fuera así de frivolo, incluso con sus novias, y lo fuera peor con ella...

― ¿Yamile? ― una voz masculina se escucho detrás de ella, y provocó que ella dejara de divagar y diera un salto por el repentino susto; dio un pequeño gritito y giro el cuerpo para ver quien la buscaba. Entonces, le propino un golpe en el hombro a aquel chico, que en vez de quejarse, sonrió como ensimismado“¡¡Qué extraño eres!!”- pensó enfadada de que la hubiera tomado sorpresivamente¡Demonios Kenta!dijo mientras se sujetaba el pecho, sintiendo a su corazón aún demasiado agitado tras el susto ― ¡Siempre apareces detrás mío! ¿Qué, acaso te crees fantasma?... ¡Nunca te escucho y de seguir así, me causaras un infarto!... No llegues así de la nada… ― dijo ella de manera entrecortada.
― L-lo siento, n-no era mi intención asustarte… ― tartamudeo un poco Kenta. Parecía apenado, pero Yami no intento tranquilizarlo, pues realmente la había sobresaltado y hecho enojar Es que, te vi aquí de pie, solita, mojándote y… por un momento pensé y desee que no fueras tú… ¿Quieres cubrirte con mi chamarra? Hace frío.
― Eeeeh no. Gracias, pero ya estoy empapada, por lo que terminaría mojando tu chamarra por dentro y bueno… de todos modos, mis padres vendrán por mi…
― Insisto ― Mientras decía eso, se quito del hombro la mochila y empezó a quitarse la chamarra. Yami lo miraba fijamente y negaba con la cabeza, a la vez que lo empujaba para que no le diera la chamarra; pero en ese momento, el celular de Yami sonó…
"¿Yami? ¿Dónde estás?” ― dijo una voz femenina al otro lado del auricular.
¿Mamá?... ― No esperó a que respondiera afirmativamente y prosiguió ― Aún estoy aquí en la escuela esperándolos…
"Lamento hacerte esperar, pero íbamos para allá en el auto, cuando este se apagó y ya no logramos hacerlo encender ni moverlo… ¿Crees poder regresar sola a casa o ir a casa de tu abuela, mientras?”
― No puedo ir sola a casa, pues no tengo nada de dinero para el camión… y me da miedo ir sola de noche.
“Tan inútil y distraída que no previste tener dinero… mmm… ¿Entonces podrías esperar un rato más? Yo iré para allá…”
― De acuerdo, aquí los espero ― pero antes de que terminara de decir eso, su madre ya había colgado.  Entonces, Kenta le pregunto ― ¿Qué pasa?… pareces disgustada….
―…mis padres… venían por mi… pero tardaran un poco mas… fallo el auto… me dijeron que esperara… ― dijo Yami hablando entre dientes.
― Ya veo… entonces toma mi chamarra y ya no te mojaras.
― No quiero… Te lo agradezco en serio, pero no. ― En ese preciso instante, la lluvia comenzó a aminorar; por lo que Kenta miro al cielo con cierto resentimiento… ― ¿Estás segura? Estas mojada y hace frió  Te resfriaras.
― Claro… ya casi ha dejado de llover… ― Dijo ella apartándose un poco de el. Porque nunca había permitido que le prestaran una chamarra, y aunque se le hacia un gesto muy amable de su parte, con él no haría ninguna excepción.
― Y tus padres, ¿Tardaran mucho?
― No tengo idea… mi mamá dijo que venía en camino…
― Ya veo… bueno, esperare contigo hasta que lleguen…
― No tienes por qué hacerlo.
― Eres mi amiga y no pienso dejarte sola. Aunque insistas y sea una molestia, no lo hare… ― Kenta sonrió, se sentó en la banqueta en donde el suelo estaba más seco y se recargó contra la pared. Luego  invitó a Yami a sentarse también.

Ella lo miro... sí, Kenta era bastante curioso, y por la forma de mirarla que tenía ahora, volvía a figurarsele a un cachorro cuando desea algo. Pero fue esa mirada justamente la que hizo que riera y la convenció de permanecer a su lado mientras ambos esperaban.
Y así, ambos comenzaron a platicar; el tiempo paso y aun no llegaban por Yami. Aunque llamaron un par de veces a Kenta, sus padres pasaron a en el auto por él, pero les explico el motivo por el cuál aún no quería irse. Y aún así, él no se iba ni la dejaba sola...
― ¿Qué hora es Kenta? ―pregunto Yami mirando en la dirección que se supone llegaban sus padres, y sintiéndose incomoda por hacer esperar a Kenta... 
―Falta media hora para las doce…― dijo mirando su reloj, de una forma tan tranquila, que hizo que Yami se alterara aun más…
― ¡¿Qué!? ¡Ya casi es media noche y aun no llegan!! ¡Joder! ― Se levanto y comenzó a caminar de un lado a otro…
―Tranquila Yamile… ― dijo Kenta poniendose en pie también con las manos extendidas, como si quisiera sujetarla y detener su ansioso andar ― Ya no tardaran en llegar… te prestaría mi celular para que les llamaras pero no tengo crédito  Aunque mis padres pueden llevarte a tu casa...

― Eso no serviría, mis padres no están en casa...

― Puedo buscar de dónde marcarles... o.... puedo llevarte a mi casa y les marcas ahí...

Yami no lo escucho ― ¿Cómo puede ser?... nunca tan tarde…demonios… ― seguía alterada y balbuceaba frases sueltas sin sentido, hasta que Kenta la sujeto de un brazo…
― ¿Podrías tranquilizarte por favor? No te preocupes… yo estoy contigo… ― y al decir esto, le sonrió…
Ella lo miro unos cuantos segundos, suspiró y finalmente dijo― Gracias Kenta. Eres un buen amigo y en serio me la he pasado bien contigo y no he sentido que pase el tiempo…  “pero aun hay algo que no me agrada mucho en ti…" - concluyó mentalmente.
En ese momento, Kenta la miro a los ojos; Yami -así como era de obsesiva en ver detalladamente los ojos- se percató que él tenía unos oscuros ojos color marron... no le gustaban. Pero Kenta la distrajo, se puso serio y tartamudeando dijo ― Yami yo… t-tengo que decirt-te al-algo… y es important-te ― Yami se puso seria también por su forma de hablar, y antes de que ella pudiera decirle algo, escucho como gritaban su nombre…
― ¡Yamile! ― hacía ella iba caminando su madre ― Lo siento pero vine caminando….
― No te preocupes…. Kenta estuvo acompañándome….
― Muchas gracias por cuidar a esta mocosa….
― No hay de que. No es molestia… Yami es mi amiga… ― dijo esto, y sonrió ― Bueno... ya debo irme… es noche, y  mis padres ya deben estar un poquito aburridos... Nos vemos mañana… y... quisiera charlar contigo Yami…
― De acuerdo, gracias y adiós… cuídate mucho por favor…
Luego Yami miro a su madre con reproche, y comenzó a caminar a la par con ella. ― Tardaste mucho...

― Ya, me disculpo. No estuviste tan mal acompañada de todos modos.... y tu amigo es muy gracioso!

Cuando ambas llegaron a donde estaba el coche, su padre ya las estaba esperando. Y no era el único, pues sus hermanos también estaban en el coche....

― Métete al auto... ya vendrá la grúa  ― Le dijo secamente su padre, y Yami lo obedeció.

Así esperaron una grúa hasta las 2 de la madrugada… Mientras, ella se coloco los audifonos, y se entretuvo escuchando música y pensando en esa "cosa importante" que Kenta quería decirle...
***
La tarde siguiente, Yami llego a la escuela, y se alegro que al entrar al salón, cerca de su lugar, estuvieran sentados sus amigos, y más aún llamo su atención que “el chico de los ojos” estuviera tan cerca de ella….
― ¿Puedo pasar profesora?
―Claro…
Mientras caminaba a su asiento, Akane la miro fijamente ― ¿Otra vez tarde Yamile? ― le dijo en un tonito de reproche con el que Yami se enfureció, pero prefirió no responder, y mejor se sentó y saludó a los que la rodeaban…
***
La clase siguió, y al terminar, Kenta sonrió y miro a Yami.
En ese preciso momento, Yami se sobresalto, pues su celular vibro por un mensaje que acababa de recibir…
“Quisiera hablar contigo fuera del salón… 
Porque la verdad es que me gustas mucho Yamile…  y siento mucho el decirte esto por este medio, pero es que no me siento digno de ti, ni con el valor para verte de frente para decirlo... 
Lo que realmente quisiera saber, es que sientes tú por mí, y si pudiésemos ser algo más que simples amigos...
Att: Kenta…”
“Que tonto!...” penso Yami tras el mensaje, y levanto la vista para mirarlo…   “…no te enamores de mi… y menos me lo digas así…” ― Yami pensaba esto, pero se levanto y camino hacia la puerta, mientras sabía que Kenta la seguiría…

Estuvieron aminando, y cuando llegaron a una zona en la escuela, en donde estaban solos, Yami se detuvo y se dio la vuelta para mirarlo de frente.

Fue entonces, cuando por fin se dio cuenta que no le gustaba de él: Su expresión.

Ahora que podía comprender ese gesto en su rostro, sabía que precisamente no le gustaba eso… ese gesto en la forma de mirarla y sonreír cada que ella estaba cerca… esa mirada como de cachorrito... ese gesto que demostraba la atracción que sentía por ella, pero que en vez hacía que ella lo repeliera, porque ella sencillamente no podía quererlo, al menos no de la forma en que él quería. “No podría salir con él” se dijo a si misma… “… y lo quiero, pero como un buen amigo, y no así… no debes arruinar eso Kenta!…”
Él balbuceo cosas sin sentido, y se sonrojo, hasta que la miro de frente y dijo ― Ya t-te lo he dicho… se que estúpidamente, y siento que no debí decirlo en un mensaje, p-pero te considero demasiado como para haber podido decirlo de frente… por eso el men-mensaje…
― Kenta yo…
― ¡Me gustas Yami!... ¡Y mucho!… me gusta tu forma de ser… tu inteligencia… me gustan tus hobbies. Eres una chava muy linda…. ¡Realmente me gustas!…..
― ¡Basta! ― Yami cortó las palabras antes de que siguiera inútilmente… y sin embargo, él continúo.
―… quiero saber si podría ser yo algo más que un amigo para ti…
Yami esperó hasta que él se tranquilizara, y lentamente le dijo ― Kenta… no puedo hacer lo que quieres; porque eres un buen amigo, y te quiero. De verdad te aprecio!… pero no puedo… no quiero algo así ahora….
― ¿Puedo al menos, saber por qué? ― Aún no se inmutaba… era como si creyese que había una oportunidad…
― Porque… antes de venir a esta escuela, yo estuve tontamente enamorada, y por eso sé lo que sientes… pero me lastimaron mucho Kenta; haciéndome sentir que podían quererme y mandándome a la fregada al mismo tiempo… Y ahora, no me atrevo a quererte como tú quieres… al menos no aún, porque aunque lo intentara, yo te lastimaría del mismo modo que lo hicieron conmigo; y no quiero lastimarte Kenta… 
― Ya veo…  y creo entenderlo… ― él asintió ― Me duele, pero lo respetaré por ahora.... aún así me gustaría que siguiéramos siendo al menos amigos... … ¡Te quiero!…. Eres una buena amiga…. Por eso me gustas…
― De acuerdo… amigos… ― Yami se sentía mal, y para no empeorar más las cosas, simplemente no dijo nada más.

No hubiera querido rechazarlo, pero prefería hacerlo y lastimarlo así, que lastimarlo aún peor dándole falsas esperanzas…
***
Yami iba caminando al salón, y pensaba en la forma en que Kenta se marcho, sin decir nada más; y le dolió de alguna forma el dolor de Kenta… 

Entonces, cuando más distraída estaba y pensó, irónicamente   que necesitaba ya no pensar en ello, “el chico de los ojos” se coloco a su lado…
― Yamile… ¿a ti te gusta mucho Gorillaz cierto? ― Le dijo repentinamente.
― Sí, ¿cómo lo sabes?
― Lo dijiste al presentarte ― lo dijo como si fuera obvio, pero sin ser grosero, y sonrió ― y sólo preguntaba, porque a mí también me gusta su música…
Yami no pudo contener la emoción. Le agradaba que a él también le gustara….―¡En serio! No conozco a mucha gente que les guste…. ― y sonrió, recibiendo una sonrisa de él también sin decir nada mas…
Estaban frente a la puerta, y ambos entraron al salón; pero antes de que él fuera a sentarse, Yami recordó algo y le pregunto: ― Oye… dirás que soy estúpida, grosera o distraída, pero… no recuerdo tu nombre…
― Soy Akita Usui… aunque pocos me llaman Usui…o por mi nombre...
― De acuerdo… entonces  te diré Akita-kun, claro, si no te molesta ― Recibió a cambio una sonrisa, y ella también sonrio. Estaba contenta de que cada vez hablara más con alguien que le causara tanta curiosidad como lo hacía Akita…

Capitulo 3: "Primeras Palabras".

Yami iba caminando por el patio de la escuela, y a su paso, muchos se le quedaban mirando fijamente.

Ya estaba acostumbrada a atraer suficiente atención como para que se le quedaran mirando, pero que eso no bastara para que la gente se le acercara a entablar una conversación; y eso no le importaba en lo más minimo. Pero tampoco aquellos que se atrevían a hacerlo se quedaban mucho platicando con ella, pues sabia que era un poco aburrida en una conversación, pues preferia dejar que el resto hablara mientras ella se recreaba mentalmente en lo que ellos le decían.

Pero de cualquier modo, no solía conocer a mucha gente, y recordo que Kaiya -su mejor amiga- insistia que era debido a que la gente no miraba debajo de ese pequeño rostro serio con gafas, y que ella tampoco se interesaba en hacerle notar a la gente que había una chica inteligente, risueña y extrovertida   más alla de esa cara y cuerpo lindos. Yami suspiro al pensar en ello. Ella era tímida y sólo con la gente de confianza solía ser extroverida; pero debería cambiar esa forma de interactuar con el resto, pues no le traía nada bueno.

Prueba de ello era que ya llevaba casi dos meses en esa escuela, no se acoplaba aún al resto y no había hecho muchos amigos. “Al menos tengo algunos... ” pensó, mientras caminaba por la explanada de la escuela.

Durante todo este tiempo, con quien más platicaba, era con la pequeña Akane, quien le parecía una chica realmente curiosa. Akane solía alterarse y deprimirse por hasta la más mínima cosa; pero cuando estaba con un humor agradable era una chica confianzuda y entusiasta; aunque también tenía cierto aire petulante y orgulloso. Además del hecho que gustaba de ligarse a varios chicos… tenía cierto toque sarcástico en su forma de hablar, y una personalidad sumamente cambiante. Si, era una chica que realmente podía desesperar a Yami, pero la consideraba una buena amiga y le agradaba su forma de ser, por eso la toleraba y aconsejaba en vez de malhumorarse… “Ella no es una mala chica, y me siento cómoda con ella”

De pronto, mientras caminaba y pensaba en todo esto, a lo lejos miro a varios chicos entre los que estaba “el-chico-de-los-ojos”, como solía llamarlo Yami, pues había olvidado su nombre. El tipo que tenía esos ojos, que a la vez la atraían y  la intimidaban, y que hacían que no tuviera el valor para acercarse y hablarle… “Si no es él quien me habla, yo no tengo intenciones de hacerlo…” y es que temía que si se acercaba de más a cualquier chico, este chico confundiera sus intenciones…
― ¡YAMIII!... ― En ese momento, Akane corría hacia ella mientras en su mano se agitaban unas hojas de papel impresas, que le tendió al llegar junto a ella ― Yami-chan, aquí tengo los temas que debemos abordar durante el trabajo para entregar la semana próxima; y esto es lo que tienes que investigar tú. Después pondremos opiniones, comentaremos, y demás…

―De acuerdo, ¿Y las demás chicas, ya están haciendo lo que les corresponde?

Sí, no te preocupes, ya les avise… sólo faltabas tú, que pese a sentarte detrás mío, eres una pequeña escurridiza. ― y diciendo esto, le dio una sonrisa picara y un golpe en la frente con las hojas  Pero recuerda que debes cumplir… y no entregar este trabajo tarde, como sueles hacerlo al llegar a clases…

“Demonios… ya deben conocerme y criticarme por mi impuntualidad….” pensó mientras reía avergonzada.
Bueno, vámonos a clase  y diciendo esto, Akane arrastro a Yami hacía el salón.

***                                             

Pero aún así, Yamile estuvo distraída durante la clase, y las miradas insistentes de Akane para que prestara atención no surtieron efecto, si no que al contrario, parecia que ella descaradamente centraba su atención en otras cosas. Saco unas hojas blancas, y comenzó a dibujar; y mientras estaba absorta haciendo lo que más le gustaba, una voz detrás de ella la interrumpió.


Disculpa, ¿tendrías algún color rosa que me prestaras?... es que estoy dibujando algo y no tengo el color…


― Claro ― Yami busco en su bolsito, se dio media vuelta para tenderle el lápiz de color a quien había hablado y cuando ella se giro, se encontró con “el-chico-de-los-ojos”…  Tan perdida había estado dibujando que no se percato que él estaba detrás de ella durante todo este tiempo; y ahora el tipo la miraba fijamente a los ojos. Entonces, ella vio de nuevo esos ojos, que defiitivamente eran muy hermosos. Eran los mismos que había visto el primer día. Unos ojos tan profundos, tan cálidos, con tanta energía, que Yami aseguro estar mirando directamente el alma de Akita a través de esos ojos ― To-toma… dijo ella tartamudeando al mirarlo y sintiendo como su rostro se sonrojaba mientras le tendía el color con una sonrisa. Él tomo el color, y correspondió con otra sonrisa, mientras igualmente parecía sonrojarse.

Ella no supo cuanto tiempo estuvo mirando a Akita; pudieron haber pasado años y ella nunca se hubiera aburrido de ver esos cálidos ojos. Lo recorrió con la mirada, desde su corte casual despeinado y con un flequillo que le cubría parcialmente el rostro de rasgos marcados; hasta su ropa, ya que llevaba una camiseta azul de estilo psicodélico que le gusto a Yami y que de cierta manera, le parecío cernirse mucho más en sus brazos… La posible visión de esa fuerza, la hizo sentirse aún más cohibida.

De pronto alguien llamo su atención, hablándole detrás de ella…  Me gusta como dibujas dijo la voz de Kenta Ashitaka, un chico al que Yami había comenzado a hablarle recientemente, y eso porque él mismo se había acercado para pedirle uno de sus cuadernos de apuntes.

Ella detuvó su inspección, sintiendose un poco incomoda y miro a Kenta. Era un chico distinto a los de su edad. Llevaba el cabello corto y bien peinado hacía atras con gel; vestía el pantalón de mezclilla ceñido hasta la cintura sujeto con un cinturón, y la camiseta de manga corta estaba fajada dentro del mismo. No era el tipo convencional que vestía demasiado casual o con fachas… tenía una personalidad agradable, aunque algo en su presencia hacia que no le agradara del todo… “Quizá me estoy volviendo muy desconfiada…" solía tranquilizarse, al tener esa sensación estando junto a Kenta.

Gracias, aunque hay personas que dibujan mejor que yo.

No lo sé, talvez. Pero a mí me gusta tu estilo. ― Y le dedico una sonrisa, que sin ser grosera, a Yami se le figuro parecida a la de un pequeño cachorro mimado, por lo que ella también rió.

El resto de la clase, Yami intento concentrarse en su dibujo, sin prestar atención a las furtivas miradas de Kenta o Akane, pero seguía pensando el volver a girarse y ver a ese chico otra vez…

mmm… ¿Yamile?... ella giro el rostro cuando escuchó que él le hablaba, y para su sorpresa, al mirarlo se dio cuenta que sus ojos lucían de nuevo fríos y distantes. ― ¿Qué pasa?


La clase ha acabado y pensé, que debía devolverte lo que me prestaste… pero…


¡Oh no te preocupes!... pu-puedes… quedártelo… yo ya no-no lo ocupo… “¿Por qué no dejo de tartamudear?!!” se decia internamente y de nuevo el tono rosado, parecido al que Akita sostenía, se presentó en sus mejillas.


Gra-gracias tartamudeo él. Y con esto, el brillo regresó a sus ojos cuando se sonrojo también.

***

Yami salió apresurada de la escuela, y en cuanto el coche de sus padres paso a recogerla, los saludo efusivamente y se arojo al asiento trasero con una sonrisa en la cara.

― ¿Por qué tanta felicidad repentina? ― preguntó su madre, mirandola con curiosidad.

― Bueno, hoy fue un día bueno. Las clases estuvieron bien, me dió tiempo de hacer un bonito dibujo. ― Yami detuvo sus palabras bajo el sonido del motor del auto que su padre acababa de accionar y aprovechó para hurgar entre sus cuadernos y sacó un dibujo de Gorillaz que le tendió a su madre para que lo viera. Entonces prosiguió ― Y he comenzado a hablarle a más gente...

― Suena bien. Pareces estar feliz. ― Su madre sonrió y su padre solo emitió un gruñido que Yami no supo interpretar.

Definitivamente estaba muy contenta. Por fin había hablado con ese chico; y aunque ella no se sentía con el valor de hablarle más por si sola…. Esperaba, que después, pudiese tener una mejor amistad con él…
Ese chico de los ojos...

Capitulo 2: "¿Amigos...?"

Yami sabía que ya llevaba dos semanas en aquel grupo y le parecia sumamente patetico que aún no se sintiera acoplado a él. Ya que pese al tiempo transcurrido, hacia gala de sus torpes habilidades sociales, y aún no le hablaba a nadie. Ni siquiera se había acercado a hablarle a la única persona que le había atraido:"aquel-chico-de-los-ojos”… Porque, como era tan distraida, ¡¡Ni siquiera recordaba su nombre!!!

Pero, a decir verdad, no quería acercarse mucho a nadie. Necesitaba ese momento de soledad, justo porque realmente no quería estar rodeada de más personas pues tenia miedo de que la lastimaran o traicionaran.  Además, al no tener amigos o distracciones, se le facilitaba concentrarse en sus materias y trabajos escolares, garantizandole unas calificaciones satisfactorias.

Entonces, un día, una de las profesoras, hizo que eso cambiara.
— Jóvenes, pienso que llevan ya el suficiente tiempo interactuando entre ustedes. Así que con esto, ya podrán reunirse en equipos de trabajo, porque es necesario para realizar ciertas actividades. Además necesitamos que elijan a un "jefe de grupo", quien representara a este salón frente al resto de la escuela...—  los miro por un momento, sopesando sus reacciones y dejandolos pensar. Y prosiguió —  Por lo tanto, ahora elijan a candidatos para llevar tal responsabilidad, es algo que ya es urgente.
En ese momento, la multitud empezó a hablar y a elegir chicos que consideraban “apropiados”. Pero en medio del tumulto, una voz potente, solamente dijo — Elijan a Yamile, ella se ve interesante… — Al oír aquello, Yami giro el rostro sorprendida de que alguien eligiera a “la antisocial”… y no esperaba que un chico al que ni siquiera conocía, siquiera la nombrara.
Esa era la primera vez que miraba a ese chico, quien la miraba de frente. Yami solamente quiso apartar la mirada, pero no pudo. Fue la mirada de aquel chico la que llamo su atención, pero no lo hacía de  igual forma a cómo ya lo había hecho otra mirada, porque esta, lucia ¿distante?... Además, aquel chico ni siquiera se molesto en mostrar una sonrisa para Yami. Había algo en ese chico que a la vez llamaba su atención, a la vez la repelía… y mientras intentaba zambullirse en esos ojos, intentando descifrar qué diantres tenía la mirada de este chico, la profesora la interrumpió…
—Muy bien, estos son los candidatos — dijo la profesora señalando el pizarron. Y ahí, pese a su disgusto,  estaba escrito el nombre de Yami también. — Ahora, voten y elijamos a uno...

Resultó, que al final de aquella clase ya habían escogido a un representante; y para su buena suerte, Yami no había sido seleccionada; así que cuando ella por fin se disponía a salir de aquel salón, una voz a sus espaldas la llamó.
— Te llamas Yamile Genji ¿cierto?
“No bobo, sólo me he inventado ese nombre en la primer clase para hacerme más interesante…”  - pensó ella con ironía; pero en vez, contesto — Claro, esa soy yo. — y mientras decía esto, se giro para ver quien le hablaba y se topo con ese chico que la había nombrado para candidata durante la clase.
— Lamento haberte escogido hace rato… quizá no te lo esperabas, pero como dije, tú tienes algo que se ve interesante.
— No te preocupes, al final no paso nada interesante respecto a eso… — dijo ella un poco incomoda.
— Durante tu presentación el otro día, dijiste que te gustaba dibujar… —  dijo él sin rodeos.
— Pues, no sólo gustarme. Realmente AMO dibujar. — respondió sonriente Yami, haciendo enfasis en la palabra "amo", y más relajada de tratar un tema que ella conocía, comodo y satisfactorio.
— A mi también me gusta dibujar mucho… — dijo él, quién repentinamente pareció recordar algo y espetó — Oooh por cierto soy un tonto, yo me llamo Takeshi Haro. — y le tendió una mano para saludarla.
— Es un gusto. — respondió ella con una sonrisa de cortesía y con algo de desconfianza.— Ahora si me permites, tengo un asunto pendiente en el sanitario… — concluyó y se dio media vuelta.
Cuando Yami regresó al salón, miro en torno a ella. Observó atentamente a cada uno, buscando con cierto recelo a alguna persona.

De pronto, su mirada se topo con el rostro de Akita y al recordar de nuevo esos ojos, se sonrojo. Evitando pensar en aquello, continúo observando a los demás, buscando quién podría no tener ya un equipo y  se veía interesante para formar un equipo de trabajo con esa persona. Pero su búsqueda terminó cuando una chica se paro frente a ella y la saludo —Hola Yamile-chan, yo soy Akane Chieko, aaam disculpa, ¿Ya tienes equipo de trabajo? 

La chica era algo que no se veía todos los días; llevaba el cabello corto hasta los hombros, suelto y teñido de varios colores, entre los que resaltaba sobretodo un color rosa pálido. Vestía de manera muy parecida al estilo de Yami, con pantalón de mezclilla entubado, blusa color negro con un estampado de mariposas al frente y zapatos negros marca Converse. Se veia una chica a la que le gustaba llamar la atención y que en su rostro llevaba una sonrisa amistosa, lo que hizo que Yami respondiera — No, aún no me uno con nadie, y gracias por preguntar… así que, ¿Puedo unirme contigo?
—Por supuesto, claro, si no te molesta estar con ellas también… — dijo Akane, señalando detras de ella. En donde estaban el resto de las chicas en ese grupo. Las cuatro la miraron con cierto recelo y no se veian demasiado amables. Sentía que no encajaria trabajando con ese equipo, pero decidió aceptar.

                                                                               ***
Yamile salió de la escuela, subió al auto donde estaban sus padres y una vez dentro, se inclino al frente para plantarles un beso a cada uno y saludarlos. —  ¿Qué tal el día de hoy? ¿Al menos ya le hablas a alguien? — preguntó su madre con un dejo de desinteres en la voz, como anticipando el ya conocido "BIEN" y "NO" como respuesta a sus preguntas.

—  Me ha ido bien ma'... de hecho, hoy sucedio algo interesante. —  Junko se sorprendió ante el repentino cambio de humor de Yami y giro medio cuerpo para poder verla desde el asiento frontal. Entonces, la insito a para que le contara los sucesos, dejandola emocionada y más curiosa sobre el como se estaría desenvolviendo su hija en un nuevo ambiente...

***

Ahora se encontraba tumbada sobre el colchon, pensando en Akane y Takeshi... ese día le había parecido productivo, pues incluso aunque no tuviera el animo para socializar por si misma, dos personas ya le hablaban sólo porque se veía "interesante". Sonrió emocionada y lentamente se quedo dormida. Sabía que no podía hablarle a la gente con facilidad a menos que tomara confianza... y ya estaba confiando en que las cosas comenzarian a mejorar.

lunes, 17 de octubre de 2011

Capitulo 1: "El primer encuentro"

— Hey Yami… ¿Acaso estas escuchando?... ¡YAMI! — mientras decía esto, sacudió a Yami del hombro derecho, y la hizo que regresara de sus divagaciones…
— Eeee…. Sí, disculpa mamá… yo… yo estaba…  — aquella chica parpadeo un par de veces, y giro el rostro con expresión desorientada. Evidentemente se notaba que hasta ahora, en realidad no había prestado atención.
— Eres demasiado descuidada. Justo te decía que no fueras así de distraída y aprendieras bien el camino para que  tú puedas venir sola sin que haya necesidad de que yo te acompañe…  — dijo irónicamente  aquella mujer, que lucía demasiado joven para tener una hija adolescente.
— Claro, si me he dado cuenta… estamos en…. aaaam… 

Yami volvió a mirar a su alrededor. Realmente daba la impresión de que no sabía ni dónde estaba. La mujer la miro y tras algunos segundos, comenzo a reirse de su expresión —  Bueno, levántate ya, que aquí bajamos…

Entonces, ambas bajaron del camión y cruzaron la avenida. No era un sitio para nada feo; de hecho, Yamile se habría mostrado encantada con ese ambiente, pero su cabeza, como siempre estaba hecha un caos. — ... y aquí esperas otro camión que te dejara justo enfrente de tu escuela; solo tardas un par de minutos más…. — prosiguió su madre. Ante lo cual Yami trato de rescatar el sentido de lo que ella le estaba diciendo, pero en realidad no estaba concentrandose, pues estaba divagando en cosas sin sentido, sobre lo que estarían haciendo sus amigas en ese justo momento…. “Demoniooos… en verdad las extraño…”  

— Oye Yami…. ¡ya has visto la hora!!! — la apresuro repentinamente su madre — Llegaras tarde…
—Ya lo sé… No lo digas…  — dijo con voz hastiada la chica mientras fruncia el ceño levemente, cómo sí le fastidiara oír de nuevo esa frase.
* * *
— Supongo que uno de estos debe ser mi salón — se dijo a sí misma Yami, mientras iba caminando por uno de los pasillos de la escuela que le habían indicado. Lo cierto es que estaba un poco perdida, y no era la única, pues había un par de chicos que aún estaban en el pasillo con expresión aburrida o extraviada, y que lucían demasiado jovenes como para ser de otro grado que no fuera el primero. Entonces, ella fue caminando de salón en salón,  deteniendose frente a cada uno de ellos para ver los números de cada salón.. De pronto vió el número del salón correspondiente y se detuvo para mirar por la ventanilla de la puerta. — ¡Aquí es!.... — dijo — Muy bien… prepárate para entrar y llamar la atención de todos como siempre, y todo por llegar tarde… Y yo que deseaba pasar desapercibida.
Entonces, toco la puerta, y la abrio un poco — Disculpe profesora, ¿Puedo pasar?
— Oooh claro, adelante… — contesto con voz suave la profesora. Yami entró y miro en torno, buscando un asiento desocupado y que no fuese llamativo; pero el salón estaba casi lleno, no había muchos lugares vacios y no había nadie que llamase su atención cómo para desear sentarse junto a esa persona.
— Espera señorita, íbamos a presentarnos, pero por haber llegado tarde tú serás la primera ¿Cómo te llamas? Dinos algo acerca de ti… que te gusta, que no te gusta, ¡resúmete!... — dijo con tono alegre y jovial la profesora.
“Eeh demonios, ¡¡Si lo que no quiero es llamar la atención desde el primer momento!!” pero en vez de quejarse abiertamente, suspiro y avanzo hacía el frente, para que todos pudieran mirarla y escucharla.
— De acuerdo. Yo soy Yamile Genji… y… — en ese momento, Yami se vio interrumpida por un golpe en la puerta…
— Disculpen, ¿puedo pasar?.... — Ella giro el rostro para ver mejor a quien la había interrumpido. Y ahí, de pie bajo el arco de la puerta, estaba un chico que se le figuró sumamente intimidante. Era un tipo muy alto de complexion fuerte, que se notaba sobretodo en los hombros y los brazos, y los rasgos en su rostro eran muy marcados para ser un chico adolescente como el resto, por lo que ella supuso al menos tendria 18 años. Y en cuanto él entró al salón, lo primero que vio, fue a Yami…
“Que curioso, otro que me mir…” pensó Yami en un primer momento, pero detuvo esa linea de sus pensamientos al mirar atentamente a sus ojos. Porque lo que vio, le atrajo…. “Esos ojos son distintos a todos los que he visto”. No la miraban como todos; y eso que había visto muchas miradas de chicos hacia ella. La habían mirado con amistad, cariño, deseo, lujuria, decepción, tristeza… pero nunca así... Esos ojos le parecieron tan hermosos, que bien pudo haberlos mirado para siempre sin cansarse. Hasta que alguno de los dos retiro la vista.
Tras eso, Yami suspiró. Se sentía como una niña pequeña frente a todos, y temblaba un poco ante el reciente suceso, pero siguió con su presentación diciendo todo lo que le gustaba… hablo sobre su hobbie y pasión por dibujar, hablo un poco sobre el tipo de música que escuchaba y algunos otros detalles que considero relevantes... y una vez que termino, avanzo hacia un asiento.

Entonces, la profesora hablo: — Oye, ¿por qué no pasas bien? — dijo aquello refiriéndose a  aquel chico, quien miraba como ensimismado hacia enfrente y que seguía de pie en la puerta, sin haber entrado aún. — Vamos pasa y preséntate ahora tú…
Aquel chico se colocó dónde antes había estado ella y comenzó  a hablar  — Bueno… eem yo me llamo Akita Usui… — pero entonces, Yami dejo de prestarle atención, pues estaba  concentrada, intentando ver esos ojos…. “¿Acaso fué mi imaginación?... ya no son iguales…”

Los ojos de Akita ahora lucían distintos a los de hace un momento. Esos ojos alegres que habían llamado la atención de Yami, ya no estaban y en su lugar solo había un par de ojos oscuros. Tan negros, que habían perdido el brillo, y que se hayaban contrastados por la aparente sonrisa de Akita. Esa era  la misma expresión que Yami sabía, estaba en su rostro. Ambos de aparente rostro sonriente, pero con unos ojos que reflejaban el vacio del alma de una persona…