sábado, 26 de mayo de 2012

Capitulo 29: "¿Debería decir adiós?"

Abrió los ojos lentamente; incluso tardó unos segundos más en darse cuenta de dónde estaba, pues él silencio la abrumó a tal grado que la deslocalizó. Era sumamente extraño que toda su casa estuviese callada, y más aún durante vacaciones.

Se incorporo del sillón en la sala y avanzó hacía el pasillo, luego entró a cada de las habitaciones y se sorprendió de que todas estuviesen vacías; corrió hacía la cocina y tampoco encontró a su madre. Tomó el teléfono y marcó a su madre: no contestó. Probó marcando a su hermano y padre, pero el resultado fue el mismo.

Sintiéndose desesperada, sin saber exactamente si se debía a la preocupación de que ellos no estaban y no contestaban, o sí era la ansiedad que le daba el estar solita, se sentó en el sofá y puso la cabeza entre las rodillas a la vez que  respiraba lentamente para intentar calmarse. Pensó un momento; y se le ocurrió que podría salir y divertirse con sus amigos, pero inmediatamente desechó la idea, pues ninguna de sus amigas se encontraba cerca... y no había forma de comunicarse con ellas tampoco.

Entonces, estaba totalmente sola... y no quería sentirse sola pues lo detestaba: Le daba ansiedad esa total soledad acompañada del aburrimiento. E incluso pensó en salir, pero estaba sola y no se atrevía; además, sí sus padres llegaban y no la encontraban quizá se molestaran después.

Yami se levantó del sillón y tomo su laptop para poner algunas canciones; y como supuso, la música comenzó a tranquilizarla.  Pero aún sin sentir que fuese suficiente, deseo poder sentirse comunicada con alguien para olvidar aquella situación que detestaba; por lo que finalmente se conectó para poder charlar con alguno de sus amigos.

Y encontró que Akita se encontraba conectado, por lo que sonrió al ver aquello; durante los últimos días había estado conectada diariamente con él, y pese a que simplemente hablaran de cosas triviales -o trataran un tema más serio-, ella encontraba sus conversaciones relajantes, amenas y divertidas; le encantaba platicar con él, más que con nadie. Por ello decidió comunicarse con él; pero en cuanto estaba por escribir un saludo, él se desconectó.

Desanimada, de pronto se dio cuenta de que Janao estaba conectado y decidió que si no había nadie más, entonces hablaría con él; pues así podría distraerse, pero en vez, fue él quién empezó a hablarle.

>> Yamile... necesito hablar contigo sobre nosotros....

>> ¿Qué sucede?

>> es sobre.... bno, sinseramente no estoy seguro d q este bien seguir saliendo sin q sepas algo...

>> ¿Eeeh?  - Ella se sentía confundida y  no sabia a donde iba Janao.

>> bueno te dire lo que pasa... desde el principio no estaba seguro de lo q sentía y crei q podía fingir que te quería como una novia, pero lo sierto es que aunque yo lo intentase no podía verdaderamente... intente mirart como se supone que debería...

>> ¿Qué... ? ¿Qué es lo que quieres decir?

>> esto desde el principio no ha sido del todo real, yo había echo una apuesta con mis amigos y debía cumplirla y debia elegir a 1 chica para acer q ella se interesara en mí y salieramos... y esa chica eres tu.
te elegí por q a simple vista m convenciste y me gustabas... no tanto, pero lo suficiente como para q la mayoria d mis sentimientos por ti no fuesen una mentira... pero la relación creo que sí lo fue... debiste haber sido mi amiga simplemente.... no mi novia....

Yami leyó aquello sin creerlo... estaba pasmada.

>> creo q sera mejor q esto entre nosotros ya acabe - terminó de escribir Janao

Ella comenzó a temblar... entre más leía aquello, menos podía creerlo.

¿Una apuesta?: Eso era lo había significado todo esto para Janao.
¿Acaso ella simplemente había sido un juego para Janao?
¿Un medio para demostrar o ganar algo a su costa?

Yami seguía temblando, sin saber sí lo hacía por furia o por algún otro motivo. De pronto, comenzaron a brotar lágrimas de sus ojos; lo que demostró que aquello que sentía, era tristeza....

Se sentía abatida, triste, defraudada y usada: Se sentía cómo si hubiese sido el juguete de Janao.

Sonrió con ironía, pues había sentido que él era diferente a todos. Y en el momento en que él se había "declarado", ella había jurado que era real... ¡¡Que él la querría!!! Incluso sintió que esto al menos la ayudaría; pero había resultado peor...

¿Es que acaso lo único que sería siempre, era el juguetito y distracción momentánea de todos aquellos chicos?

Su día se estaba poniendo cada vez peor, al igual que sus vacaciones. Se sentía sola y estaba sola: Sus hermanas, sus amigos, su novio, su familia... ya no había nadie.  Y comenzó a llorar a rienda suelta...

Cerró la laptop y avanzó hasta su cuarto trastabillando. Todo comenzó a ponerse borroso y en ese momento, tomo una decisión precipitada.

Se acercó al botiquín y comenzó a revolver las medicinas en busca de unas pastillas especificas. Encontró los somníferos que buscaba, vació algunas pastillas en su mano y se las llevó a la boca... quería dormir profundamente.

Regresó a su habitación y como lo esperaba, comenzó a sentir sueño. Enseguida, sintió una desazón en el pecho y en el cuerpo.

Cuándo estaba cerrando sus ojos, recordó la voz de Akita diciendole "No lo hagas hermanita... por favor..." Deseo que él estuviera a su lado. Quería ver sus ojos y verlo sonreír; quería que él la abrazara y le sujetara la mano... hubiera querido que él le dijera adiós.

Pero ya era tarde, sus ojos se cerraron y fue imposible intentar volver a abrirlos. ¿Algo iba mal?

viernes, 18 de mayo de 2012

Capitulo 28:" Necesito verte."

Aburrida.

Así se sentia Yamile luego de llevar dos días en casa, sin poder salir y sin hacer nada interesante por las vacaciones.

― ¿Qué te sucede? ― preguntó la madre de Yamile, tras verla tumbada en el sillón con cara de pocos amigos.

― Pueees... estoy aburrida... y me siento mal por ello.

― Ah, eso... creí que se trataba de algo más sustancial. A quién podría importarle ahora tus estados "emo-cionales" ― Dijo su madre sonriendo, cargando la última palabra con un tono burlón. ― Entonces, busca algo que puedas hacer.

Yami se levanto frustrada, avanzó hacia el teléfono y marco un número. Si ahora contactaba a Kaiya, quizá podría visitarla y ninguna se aburriera. Espero un rato a que el aparato sonara con el habitual tono de espera, pero en vez de eso un mensaje con voz monótona le contestó "Lo sentimos, pero el número que usted marcó, no existe o se encuentra fuera de servicio. Gracias." Yami colocó el auricular en su sitio y lo miro extrañada durante unos segundos. Esto indicaba que Kaiya ya no estaba en su casa... un vuelco en el estomago la atacó, pues se sintió extraña de que su mejor amiga no le hubiera avisado aquello. Suspiró, quizá sólo había estado muy ocupada con todas esas presiones...

Volvió a tomarlo y esta vez marcó a casa de Sayu. Contestó su tía, diciendo que su amiga había ido a casa de Junjou. Esos dos, siempre juntos.

Por último recordó a Arween, y sonrió. Pero luego desistió, pues recordó que ella no tenía ningún número al que pudiera marcar.

Y así, recurrió a su último escape: su Laptop.
Ya estaba comenzando a odiar eso de no hacer otra cosa y recurrir al aparato, pero ya que sus padres no la dejaban salir y no tenía nadie con quién hacerlo, no tenía otra opción.

Entró a una de las redes sociales, miró un par de imágenes, y repentinamente mejor se decidió por otra cosa: Tomó un lápiz y una hoja de papel; prefería dibujar de nuevo. Aún así, dejo su sesión abierta para estar pendiente por si alguien se conectaba y poder charlar.

Al cabo de un rato boceteando, el sonido de un nuevo mensaje la distrajo y abandono su concentración para atender al ordenador: Se trataba de Sayu.

>> Hola, mi mamá me ha dicho que llamaste hace rato para buscarme. ¿Qué pasa? ― había escrito.

>> ¡¡¡Hola!!! Sólo quería saber si hoy estabas ocupada, porque estoy en mi casa sin hacer nada y pensé que podríamos reunirnos. ― respondió Yami.

>> Ups. Lo siento justo en este momento estaba terminando de empacar. No creo poder verte hoy.

>> Empacar??

>> Sip. Recuerdas que mi mamá tiene una casa fuera de la ciudad??? Bueno, nos iremos a pasar el resto de las vacaciones allá. ― ese hecho le cayo a Yami como una piedra.

>> Ya veo... Entonces no te veré por el resto de las vacaciones.............

>> Lo siento...

>> No importa. Oye, al menos has sabido algo de Kaiya o Arween?

>> Me temo que no. Intente contactar a Kaiya, pero no hay forma....

>> Está bien, ya las buscare en otro momento.

>> De acuerdo debo irme. Debemos estar en la estación a tiempo para tomar el autobús. Adiós.

Sayu se desconecto enseguida, pero Yami se quedó con aquella sensación.

No podía olvidarse del hecho de que no podría estar con sus hermanas el resto de aquellas vacaciones... aún así, hizo lo posible por apartar ese pesar de su mente.

De pronto, se dio cuenta de que Akita estaba conectado y decidió saludarlo. Hacía mucho que no hablaba con él.

Mientras esperaba a que él le contestara, de pronto recibió un mensaje de Janao.

>> Ola. ― escribió él, provocando que ella se riese por la falta de ortografía, pero igualmente lo saludó.

>> Cómo estás? ― preguntó ella.

>> mal...

>> Por qué? Qué pasa????

>> Yo... me rompí el brazo.... soy estupido

>> Qué ha pasado?

>> es vergonzoso decirte como, pero me lastime... estaba penzando en varias cosas y sucedio....

Yami sentia curiosidad y estaba preocupada por él, por lo que escribió: >> Quiero saber que pasó... Ibas distraído?? 

>> Es vergonzoso... y sí... penzaba en ti y lo nuestro... crees q podamos salir 1 de estos días? Nesesito hablar con tigo.

Al leer esto, ella hizo un mohin con la boca >> No creo... ― Escribió. En primera, todavía no deseaba salir con él, y tampoco creía que sus padres la dejaran. Jamás la dejaban salir con chicos, aparte de que sus padres no conocían su relación.

>> entonses supongo q nos vemos luego... puedo hacerte 1 pregunta aunq suene rara??

>> Sip, aunque ya has hecho una pregunta XD

>> mmmm..... aun somos novios???? saldrias con otra persona????

>> Hiciste dos preguntas. ― puso, tratando de ser graciosa ― Y tengo entendido que si, todavía somos novios. En cuanto a lo segundo, no... lo harías tú??

>> mmmm... ya veo... esta bien debo irme.

Yami se despidió. ¿Todo iba bien con Janao? ¿Seguía dudando de ella? Aquello, de algún modo, no le agradaba...

De pronto, la respuesta de Akita la saco de sus cavilaciones. >> Hola hermanita.

Al ver aquel saludo Yami sonrió; había temido que Akita estuviese enojado con ella y por eso no hubiese respondido aún, pero se alegro al ver eso y le respondió.

Así fue como el resto de la tarde, Yami olvidó que había estado aburrida; pues la paso escribiéndose con Akita. Y aunque su conversación solo eran trivialidades, ella se sintió contenta de conversar a "solas" con él.

Hacía mucho que anhelaba aquella posibilidad.... quizá ahora, pudiera conocerlo un poco más.

martes, 15 de mayo de 2012

Capitulo 27: "Almas nocturnas: Un posible adiós."

― Se ve graciosa cuándo duerme ― dijo una voz de chica.

― Es... divertido ― completó otra.

Yamile abrió los ojos lentamente; y parpadeo un par de veces para espabilarse y aclarar la vista. Tardó unos cuantos segundos más en darse cuenta del motivo de las risas de sus amigas, que miraban entretenidas a la chica que dormía a pierna suelta a un lado suyo, roncando y babeando un poco. Al ver eso, Yami no pudo evitar reír también; era realmente gracioso.

Esa noche ella estaba en casa de Kaiya. Todas habían decidido hacer una pijamada y varias chicas se habían quedado a dormir: Arween, Sayu, Misako, Yami, y por supuesto Kaiya y su pequeña hermana Ilia.

Ese hecho la hacía sentir un mar de emociones, pues era la primera vez que Yami dormía fuera de su casa o de algún familiar; y la idea le agradaba tanto que la hacia sentir relajada, además de que por ello, esa noche no sufría de insomnio ni pesadillas, y tampoco se sentía cansada pese a que eran las 3 de la madrugada y apenas había dormido un par de horas. Pensó que se trataba por la confianza que le tenía a estas chicas y por el agrado que sentía porque sus padres la hubiesen liberado tan solo un poco.

― ¿Qué hacen despiertas tan tarde? ― preguntó Yami a Kaiya y Arween.

― Kaiya no podía dormir, y yo le hago compañía ― respondió Arween.

Yami miró a Kaiya y preguntó ― ¿Otra vez insomnio?

La interrogada asintió y contesto ― Siempre lo tengo......

Yami se levantó de la colchoneta del suelo y se estiró un poco ― Entonces, yo me quedo con ustedes.

― De acuerdo... ― dijo Arwen, quien luego miro a Misako y volvió a reír ― Es gracioso...

― Todos dormimos gracioso... ― dijo Yamile ― por cierto, ¿Yo no ronque, di patadas o hice algo raro?

― Babeaste. ― afirmo Kaiya.

― Jejeje. Siempre lo hago... al menos espero no haber babeado a alguien.

Luego las tres chicas abandonaron la sala en donde estaban, y avanzaron hasta el comedor para no despertar a las otras.

― ¿Qué quieren hacer ahora? ― preguntó Kaiya.

― Mmm... en primera, yo quiero agua. ― dijo Arween.

Kaiya avanzó hacía la cocina, y regreso trayendo algunos vasos y una jarra de agua.

De pronto se escucharon movimientos en la sala: alguien bostezo y gruño, y al cabo de unos segundos Sayu también se había unido a ellas. ― ¿Qué hacen despiertas? ― dijo tallándose los ojos.

― Kaiya: Insomnio. ― fue todo lo que dijo Yami.

― .... Otra vez... ¿Puedo hacerles compañía?

Las tres asintieron y ella se sentó con ellas. Permanecieron un rato calladas y pudieron escuchar ruidos provenientes de una de las habitaciones, en donde descansaba el resto de la familia de Kaiya. De pronto una puerta se abrió y vieron a Ilia salir de su habitación y avanzar por el pasillo en dirección al baño.

― ¿Tu familia o papás no se molestan por qué estemos aquí? ― pregunto Yami mirando en la dirección de la habitación de los padres.

― Nop. Lo único que mis padres piden es que nos comportemos, que no salgamos de la casa o la incendiemos... o que no nos embriaguemos mucho ― dijo Kaiya sonriendo.

― Suena razonable. ― coincidió Arween ― Y teniendo eso en cuenta, ¿Qué desean hacer?

― Creo que tengo frío, y que el hecho de que este descalza y toque el suelo helado pueda influir; así que iré por mis pantuflas para cubrirme los pies. ― dijo Yamile, y se encaminó a la sala por ellas.

Una vez en ella, vio a Misako tumbada con los brazos y piernas abiertos cubriendo todas las colchonetas, incluso tenía la boca abierta y salivaba. Yami rió lo más bajo que pudo y aun así el sonido provocó que Misako abriera los ojos y se incorporara lentamente.

― ¿Eh?.... ¿"Je pa....sa"? ― pregunto entre bostezos, limpiándose el rostro ― mmm.... ¿Dondé están todas? ¿Qué haces despierta en la noche?

― Aaaam... pues no tenemos ganas de dormir. ¿Gustas venir al comedor con nosotras?

Y sin decir nada más, Misako se levantó y avanzo detrás de Yami.

Una vez juntas las cinco chicas, se pusieron a conversar entretenidas hasta que de nuevo escucharon ruidos en la habitación contigua.

Kaiya miro con expresión preocupada hacía la habitación de sus padres, y Yami al notar aquello le pregunto ― ¿Te pasa algo?

Kaiya suspiró, dudo un momento y respondió con pesar en la voz ― Se trata de mis padres...

― ¿Qué sucede?

― Es... complicado. ― Arween y Yami se acercaron a ella un poco más y al parecer eso le dio el valor de continuar de forma abrupta. ― Ellos están en planes de separarse. Hace ya mucho tiempo que lo han estado charlando y yo me doy cuenta de las cosas...

― ¿Es seguro?

― Sí. Y el problema con ello es que nos ponen en problemas a mí y mi hermana, porque nosotras podríamos y tendríamos que elegir entre ellos. Es como si estuviésemos en medio de ambos, sin saber que es lo que debemos hacer... yo no podría. Además, es más difícil porque han estado aparentando que nada sucede, y hace complicado actuar fingiendo que tú tampoco lo sabes... me resulta horrible el mirarlos a la cara y estar junto a ellos.

Yami se acerco más y la miro a los ojos; Kaiya continuó.

― Además... se que cuando ellos se separen, nosotras podríamos hacerlo; ya no podría verlas de nuevo. ― Suspiró ― Mi mamá podría querer que nos vayamos con ella al menos hasta que sea mayor de edad, y no se a donde iríamos en ese caso. Y si fuésemos con mi papá... bueno, él ha dejado en claro desde hace mucho tiempo, que de pasar algo así, se iría lejos.

― ¿Te iras? ― pregunto Misako, respondiendo la curiosidad de Yamile también.

― Sí mis papás lo quieren, lo tendré que hacer al menos hasta que sea mayor de edad.

― No es gran tiempo... sólo un par de años. ― dijo Arween.

― Suficiente tiempo para no verlas; para que llegue a sentirme lejos del mundo que amo... ¡De ustedes!

― No te preocupes, todo saldrá bien. ― dijo Yamile intentando darle ánimos ― Todos llegamos a sufrir por problemas de ese tipo, pero al final todo se solucionara... No nos alejaremos de ti.

De pronto Arween interrumpió y con cara sombría confirmo ― Sí, a todos podría sucederles, incluso a mí... Y debo decirles algo también. ― Arween tomo aliento y prosiguio ― Quizá sí nos tengamos que separar un tiempo...

― ¿Por qué lo dices tú?

― Mi padre está enfermo. Necesita cuidados especiales, más espacio para cuidarlo y que este cómodo, con tal de que su situación no sea peor de lo que ya está. Por ello toda mi familia debemos irnos. Quizá nos mudemos cerca... o vayamos fuera de la ciudad, a donde nací y crecí y donde el ambiente sería mejor para él...

Yami recordó que Arween siempre había dicho que creció en las afueras de la ciudad, en un pequeño pueblo que ella jamás había visto. Sonrió con ironía mientras oía atenta aquello, negándose a seguir...

― Kaiya y yo podríamos mudarnos cerca... o lejos... pero sea como sea, es seguro que quizá debemos separarnos un tiempo.

Yami miró atenta a sus amigas y las abrazó. ― Sea como sea estaremos juntas ¿No? Siempre nos apoyaremos.

― Sí...

― Siempre juntas, aunque pasase el tiempo que deba pasar... ― dijeron Arween y Kaiya respectivamente.

Sayu sonrió y Yamile le hizo coro; pero a pesar de su sonrisa, Yami sentía un pesar en su interior. Definitivamente se negaba a aceptar esa posible realidad...

Desde hace años que estaba con ellas; eran las únicas personas a las que tenía. Durante toda la secundaria había estado a su lado, y  eso realmente la ayudaba, pero ahora... con todo lo que estaba sucediendo... supuso que tendría que apañárselas sola. ¿Cómo lo haría?

Suspiró. Trató de alegrar aquello y siguió conversando con ellas durante horas; lo mejor era seguir fingiendo tanto como pudiera y alegrarlas a ellas. Además, ya no podría dormir.

Amaneció, incluso desayunaron. Todo siguió marchando bien; hasta que los padres de Yami le llamaron al celular y ella tuvo que despedirse de ellas.

Las abrazó con más emoción de lo normal; ya no sabría cuándo podría volver a verlas. Pero, todo estaría bien... ¿O no?

lunes, 14 de mayo de 2012

Capitulo 26: "Es solo, un día más"

― ¿Sí tanto te gusta, por que no lo haces? ― se escuchó decir a la voz de Arween a unos pasos más atrás.

― Me da miedo... ¿Y si hago algo mal y me lastimo? ― respondió Yamile.

― Quizá ese chico lindo se fije en ti y te ayude. Y si no, pues te levantaras y seguirás. ― terció Kaiya. ― Mira. Todo mundo lo hace sin miedo aunque saben que podrían terminar lastimados.

― Quizá todo mundo tiene mucha confianza... ― debatió Yamile insegura ― o son tontos...

― O simplemente se atreven a hacerlo...

Hasta ahora, Yamile estaba mirando embobada aquella pista de hielo durante demasiado tiempo. Estaba sentada en una gradas con sus amigas, mientras miraban al resto de la gente hacer acrobacias y aprender a moverse sobre la capa fría; tenía muchas ganas de tomar unos patines y aventurarse en el hielo, pero también tenía mucho más miedo.

― Sólo hazlo. ― volvió a intentar animarla Kaiya.

― Me caeré. Seguro me animaré y lo haré; pero en otra ocasión con más confianza, o con alguien que me guíe y que sepa hacerlo, para no terminar yo con el trasero estampado contra el frío. Sí ya, cuando simplemente me encuentro de pie sobre el pavimento me caigo, no quiero imaginar que sucederá sobre el resbaloso hielo y con esas tiras delgadas de metal en mis pies.

Y es que, en serio moría de ganas de estar en la pista, pues era una de las cosas que figuraba en su lista de "cosas que realmente deseo hacer"; pero era un asco sobre patines. Hace mucho tiempo, había aprendido a patinar sobre el pavimento, pero por descuidada había obtenido una fractura en la muñeca. Tras eso, sus padres habían insistido en que abandonara los patines antes de que se deshiciera otro hueso, y así lo hizo; ahora, desconocía totalmente lo que era tener ruedas en los píes. Prefería quedarse sobre el duro pavimento, y animarse a entrar en ella algún día que alguien tuviera la paciencia de enseñarle y cuidarla dentro de la pista.

― No les parece que ya está haciendo más frío ― dijo de pronto Arween, mientras se envolvía más entre su chamarra.

― Sip. Mejor vayámonos ya de aquí; caminando se nos quitara el frío. ― dijo Yamile y se levanto de las gradas para irse.

― Me parece buena idea.

Salieron de aquel sitio, y miraron alrededor.

― ¿A donde gustan ir ahora? ― pregunto ella luego de un rato.

― mmm... que les parecería que caminemos y veamos que se nos ocurre hacer. ¿Les gusta la idea? ― dijo Kaiya.

Entonces comenzaron a caminar por las calles de la ciudad sin un rumbo aparente. Al cabo de más o menos media hora, llegaron a una plazuela y se sentaron en una pequeña banca que había por ahí.

― Heeeey chicas ― dijo de pronto Kaiya ― ¿No hay demasiados chicos guapos, este día?

― Sí, me parece que sí. Mejor aún que no son solo chicos de por aquí; ese de allá parece ser extranjero. ― respondió Arween

― Es lindo... se ve bien. ― dijo Yami sonriendo.

― Lastima que tú tienes novio y no puedes salir con nadie mas. ― dijo burlonamente Arween.

Ella sonrió. Desde que les había dicho a sus dos amigas acerca de Janao, ellas no paraban de recordárselo.

― ¿Y qué? No tiene nada de malo que mire a algún chico guapo; no hago nada que no deba hacer. Malo que comience a salir con alguien más aparte de Janao; y aun así, de cualquier modo no habría nada malo en ello porque no es como si estuviera casada (ni lo estaría nunca) con él, por lo que podría salir con quien yo quisiese ― respondio Yami ante aquello.

― Apoyo la opinión de Yami. No tiene nada de malo ver, besar, o abrazar a alguien más; y menos si es así de linda. Los chicos la siguen sin que ella realmente quiera y puede conseguir a cualquiera.

― No soy linda... solo les llamo la atención por... bah. Ustedes si lo son.

― Claro que eres linda. ¿Por qué crees que el tal Janao se habrá fijado en ti, si no eres linda?

― Quizá porque nadie más se fijaba en él y yo fui su última opción. O bien, quizá también pudo haber sido que no se fijara en mi rostro...

― Eso último suena lógico. Lamentablemente, a estas alturas todo chico se fija en el físico de la chica, aunque suene horrible. Y claro que eres linda... te demostraré ― dijo Arween, quien acto seguido se le quedo mirando a un chico como de veintitantos años que iba pasando distraído. No parecía mala persona, por lo que ella alzó la mano y lo saludo.

Yami trató de detenerla. Estaba mal que simplemente le hablaran así a un tipo que ni conocían...

Pero aquel chico, ya las había mirado extrañado  durante un momento, y se acercó. Entonces las saludó a todas. ― Disculpen, pero ¿Las conozco? ― preguntó.

― Nop...

― ¡Demonios! Soy tonto. Pensé que las conocía y por eso ustedes me habían saludado; fue por ello que me acerque a saludarlas para no ser maleducado y ver si las reconocía. No piensen mal, es solo que conozco a tanta gente, que después olvido algunas caras y ya no las reconozco...

― Bueeenooo... no está mal que no nos conozcas. Puedes conseguir nuevas amigas.

Aquel chico sonrió un poco incomodo y dijo ― En ese caso, me llamo Ryota. Gusto en conocerlas.

Las chicas saludaron y se presentaron; entonces se quedaron a conversar los cuatro.

[...]

― Heeey ustedes son muy divertidas ― dijo él entre risas al cabo de un rato ― Me caen bien.

En ese momento Arween sonrió y le dijo ― ¿Podría preguntarte algo?

― Aaaam ya lo haz hecho... pero claro; supongo que está bien.

― En ese caso; míranos bien y dime ¿Quién se ve más joven de las tres?

Ryota miro a las tres un momento, y al cabo de unos segundos dijo ― Creo que la más joven es Yamile; le calculo unos 16 años, mientras que ustedes se ven de prácticamente de 18 o hasta 19 años.

Arween y Kaiya sonrieron. Siempre la gente apostaba por Yamile.

― ¿Crees que es linda a pesar de que se vea pequeña?

― ¡Claro! Es muy linda. De hecho... si no fuera tan pequeña.... ― sonrió pícaramente y dejo la frase sin terminar, flotando en el aire.

Yamile se sonrojó y agacho la vista confundida: Se sentía halagada por ello; pero también le molestaba que un chico la llamase linda, pues  la hacia sentir incomoda y tenía malas experiencias con ello...

De pronto, Yamile se vio interrumpida antes de poder decir nada. Pues Ryota, dijo tener asuntos pendientes y debía irse,

Las chicas se despidieron y entonces se marchó.

― ¡Hey chicas! ¿Qué les parece si vamos por algo de comida? Estoy hambrienta. ― dijo de pronto Kaiya animosamente, con una sonrisa.

― Sí vamos, quiero unas hamburguesas. ― coincidió Yami.

Pese a todo, amaba los días en que podía pasarlos con sus hermanas... aunque ellas hicieran ese tipo de tonterías....