miércoles, 14 de diciembre de 2011

Capitulo 11: "Sin importancia..."

― ¿No te parece que Takeshi, así se ve muy... raro? ― dijo Kenta, mirando perplejo al mencionado.

Yamile sonrió divertida ante la escena, mirando también a Takeshi, que en ese momento se estaba poniendo el suéter de ella y se ajustaba el resto de la ropa ― Sí, pienso que se ve muy... afeminado... gey ― concluyó, y pese a haber dicho eso, Yami estaba complacida de que él estuviese usando una de sus chamarras.

― Por fin estoy usando una prenda tuya... ― coincidió Takeshi ― ... ahora me parezco más a mi hermana...

Yami se sentía feliz... feliz de que su relación con Takeshi fuera bien; y no quería arruinar eso. No quería que él dejara de apreciarla, porque ella realmente lo quería... él realmente le gustaba... pero, ¿él la quería?. Esa era una cuestión que Yami no dejaba de preguntarse, temiendo que la respuesta fuese un NO o alguno de sus derivados...

***

Yami estaba conversando con Akane acerca de un trabajo que tenían que realizar, investigando acerca de las diferentes tribus urbanas e incluso tener que actuar y vestirse como ellos, cuando de pronto noto a Kenta y Akita conversando; y se percató que Kenta movía de manera curiosa sus orejas, lo cual, por extraño que fuera, le recordó a un perro y se rió de ello; entonces, Akita comenzó a gesticular también... - "¡Por dios! ¡Eso es extraño!... realmente, él es extraño..." - pensó Yamile, mirándolo mover cada musculo de su rostro, logrando gestos curiosos y extraños, pero que de cierta forma le gustaban y la divertían, - "¿Cómo diablos hace eso?" - se preguntó, sin creer que alguien tuviese tanto control de sus músculos... que alguien pudiese mover la lengua así, al compás de sus gestos.... pues su lengua también había comenzado a contonearse y doblarse sin esfuerzo entre sus labios. En ese momento, Yami miró los labios carnosos de Akita y recordó el impulso que había sentido el día anterior; y por un momento, de nuevo ansió poder probar un par de labios así.... -"¡Joder, no... ¿Qué te pasa Yamile?!" - se reprendió a sí misma, bajo la vista para dejar de ver esos labios y para evitar que Akita la viera sonrojarse;  pero, cuándo Yami retiró los ojos del rostro de Akita, su mirada fue a parar hacía una cicatriz que él tenía en la muñeca izquierda... una gran cicatriz, por cierto.... ¿Cómo es que no la había visto antes?... al verla, Yami sintió curiosidad por saber cómo la había obtenido, pero sobre todo, se sintió ansiosa: ansiosa porque pese a que la cicatriz ya estaba cerrada, ella hubiera querido hacer algo; conocerlo desde antes y haber podido evitar que la tuviera; o al menos cuidarlo mientras sanaba. Y también deseo abrazarlo fuertemente....

Mientras pensaba en eso, ella sintió de que él la miraba fijamente; y apartó la mirada, nerviosa... ¿Habría podido ver, cómo se sonrojaba? o ¿Había visto la ansiedad y curiosidad que sintió al ver la herida?... fuera lo que fuera, ella fue incapaz de volverlo a ver y decidió concentrarse en sus amigos más cercanos...

Después de un rato, estaba conversando con ellos acerca de los gustos y cumpleaños de cada uno de ellos, ya que deseaba enterarse de más cosas acerca de su pequeña familia, cuando de pronto volvió a mirar a Akita, y le dio curiosidad... por lo que se acerco a él.

― Oye hermanito, ― le dijo ― bueno... de pronto me dio curiosidad y creo que es bueno que sepa para futuros sucesos... ¿Puedo saber cuándo es tu cumpleaños? ― concluyó, y esperó una respuesta. Pero en vez, Akita dio la impresión de que no respondería, y se sonrió, como burlándose de algo que Yami desconocía.

― ¿... y bien? ― dijo ella impaciente e intentando adivinar que era tan gracioso para él, pero sin siquiera tener idea.

― Bueno... se supone que es hoy... pero la verdad, ni quién se acuerde de ello... ― dijo al fin Akita, sin dejar de sonreír, pese a que sus ojos no estaban contentos.

Yami se sintió apenada ¿Cómo no se había enterado antes?... ― lo siento... ― dijo Yami sintiéndose sonrojar, por la pena de preguntar algo así, en tales circunstancias.

― No tiene importancia ― dijo secamente Akita.

― Claro que tiene importancia... ¡Es tu cumpleaños! ― dijo Yamile, sin dejar de sentir angustia; porque a ella sí le importaba.... ¡Era el cumpleaños de Akita!... y le habría gustado poder saber eso antes para poder hacer algo para él o darle un regalo por pequeño que fuera. Pero sobretodo, le importaba porque ella habría estado encantada de tener una escusa para poder abrazarlo; y ahora que la tenía se sentía mal, pues aunque en ese momento podía abrazarlo, sentía que pese a que su abrazo sería sincero, temía que él lo viese como algo hipócrita e interesado sólo por haberse enterado de ello... ― Lo siento ― volvió a decir, pues fue lo que lo único que pudo hacer en ese momento ― oye, entonces... ¿Cumples ya 16 años? ― le preguntó.

―No, apenas cumplo 15 ― dijo Akita, pareciendo apenado... - "¡Habría jurado que era mayor que yo!"- pensó Yamile, escrutando fijamente el rostro de Akita; y es que sus rasgos parecían los de un chico aún mayor...

― Entonces, eres mi hermano pequeño ― dijo Yami, y sonrió ― bueno, debo cuidarte pues los hermanos mayores deben cuidar a los menores.

― En ocasiones también los golpean... ― Akita sonrió ante su comentario.

―Bueno, pero yo seré una hermana que te cuidara...  ―  en eso, se dijo a sí misma que para la próxima, ya no lo olvidaría... no podría olvidarlo ni quería hacerlo, pues Akita, era su hermano... su pequeño hermanito, para el cual, ella estaría ahí siempre que lo quisiera... ― una hermana que te quiere ― dijo, sin estar segura si el sordo de Akita la había escuchado, pero de cualquier modo, le sonrió y Akita, le regreso una sonrisa igualmente...

martes, 13 de diciembre de 2011

Capitulo 10: "Me quieres...?"

>> Yamile deambulaba, sintiéndose como un zombie... un zombie al que acaban de quitarle su órgano vital: su corazón.

― Yami-chan ¿Te sientes bien? ― preguntó la chica cuando vio a Yami. Y acto segudido, la sujeto, pues parecía a punto de desvanecerse.

Yamile no pudo negar ni afirmar lo que le acababa de preguntar su amiga en un principio; pero sintió las lágrimas a punto de escurrir, hasta que tras mucho balbucear y tartamudear consiguió contestarle ― N-no... y él es... u-un idiota.... un idiota al que quiero, y aún así... m-me ha rechazado... ― Al decir aquello último, Yami volvió a sentir un dolor en el pecho, pese a haber apostado a que ya no podía sentir más dolor, pues pensaba que ya no tenía un corazón.

― ¿Cómo que te ha rechazado?... ¡¿Acaso te le has confesado ya?! ― preguntó asombrada y preocupada Sayu.

― No... bueno, algo así.... ayer... ― Yamile dudó, pues sintió un nudo en la garganta, por lo que cuando recupero la voz, soltó las siguientes palabras de golpe antes de no poder volver a hablar ― ¡Ayer hable con él!... y... ¡Se enojo porque él ya sabía que me gusta y porque yo no le dije nada hasta ahora. Dijo que se había decepcionado de mí, pues él creyó que yo era tan fuerte como para poder decirle lo que siento; pero no lo hice y ahora para él soy una cobarde!... dijo... ― Yami se detuvo un momento para tomar aire, y luego, continuo en un tono más bajo ― ... dijo que era mejor que yo me alejara de él para olvidar lo que siento; y que después... después... ¡¡Ni siquiera podríamos volver a ser amigos!! ― Yami sorbió por la nariz, intentando contener un poco más las lágrimas ― y yo... yo no... no le dije lo que sentía porque no quería perder su amistad. Y ni siquiera le dije cuando lo vi con otra chica. Todo esto porque... ― en ese momento, Yami miro a Kaiya y dudó acerca del cómo debía continuar ― ... no quería perder la amistad de alguien a quien quiero mucho.... ¡Y cuándo se enteró, me rechazo!... yo creí que él me quería... y me equivoque...

Sayu abrazó a Yamile para permitirle llorar en su hombro y para hacerla sentir protegida.... y cuando la abrazó, Yami pudo ver en ese momento el rostro de Kaiya.... ¿Acaso ella sentía culpa?... pues eso es lo que parecía indicar su rostro.

― Lo siento ― dijo su amiga, y agachó la vista -"¿Por qué se disculpa?"- se pregunto Yami ― lo siento tanto Yami... yo jamás debí haber dicho aquello... jamás debí haberte dicho que Tenshu me gusta también... ¡Fue egoísta!

― ¿Qué estás diciendo?

― Sí....es que sí yo no te hubiese dicho eso, las cosas serían diferentes. Sé que el verdadero motivo de que no le dijeras a Tenshu que te gusta, fue porque sabías que a mí también me gusta y no querías lastimarme al decirle... pero lo cierto es que,  si yo nunca te hubiese dicho que me gusta, tú habrías podido confesarte y no te habría llamado tonta. Es más, quizá ustedes hasta habrían salido y tú no estarías lastimada por algo como esto.... ¡Lo siento! ― Kaiya agachó la vista, y comenzó a derramar lágrimas.

― Kaiya... hermanita... ― comenzó Yamile ― ... no he de negarte, que en parte tienes razón. No le dije nada a Tenshu porque pensé en ti y de ninguna forma te heriría o te cambiaría por un chico. Porque, te adoro niña; y por eso no quiero que sientas culpa por algo que no hiciste... heeey, mírame, y entiende... sí Tenshu me rechazó y reaccionó de esa forma ante todo esto, es porque aunque me cueste decirlo... él nunca me quiso y solamente estuvo jugando con mis sentimientos... no es culpa tuya... si no, mía... y de él....

Yami se acercó a Kaiya y la abrazó mientras contenía las lágrimas. Entonces, se prometió a sí misma que nunca volvería a sentir celos de una amiga... que ya no confiaría en los chicos... que no confiaría en que alguien la querría, ni confiaría en el amor... pero sobretodo, sintió que de alguna forma, ya no podría querer de nuevo... porque el chico que ahora quería le había arrebatado el corazón y lo había roto.... por ello, se prometió intentar no volver a enamorarse...  >>

***
― Oye Yami... ¿estás bien? ― preguntó Akane

― Sí... sólo necesito... salir y dar una vuelta ― Yami se levantó de su asiento y se encamino fuera del salón, mientras se deshacía de aquellos recuerdos que hace un momento la habían embriagado.

Una vez que Yami estuvo fuera del salón, se hallo ante el dilema de que ya no quería caminar más, pero tampoco quería regresar al salón; por lo que se sentó en el pasillo mirando de frente la puerta del salón y pudo ver desde ese ángulo a Takeshi platicando alegremente con Akane.

En ese momento, Yamile recordó de nuevo lo que acababa de volver a vislumbrar hace unos instantes, y quiso darse de topes contra la pared. Y luego, se sintió un poco mejor cuando así lo hizo...

Hace poco más de un año, ella se había prometido no volverse a enamorar... no confiar en los chicos, y no tener celos de una amiga... pero parecía que todo le estaba saliendo mal, todo por culpa de Takeshi....

― ¡No, no, no, no!.... ¡Yamile Genji, idiota! ― se dijo a sí misma, mientras cerraba los ojos y volvía a estampar su cabeza contra la pared... De pronto, Yami sintió algo blando apoyarse a un costado de su cabeza, lo que impidió que ella se golpeara de nuevo contra la pared. Y cuando abrió los ojos, notó que se trataba de una mano... la mano de Akita...

― No lo hagas hermanita... por favor.... ― dijo él. Luego le sonrió con calma, pese a que en sus ojos había un gesto totalmente opuesto a la calma...

Yami miró de frente a Akita mientras él movía los labios... y de pronto, sintió el impulso de arrojarse sobre él y poder besar esos labios carnosos. Entonces, sacudió la cabeza, lo miro a los ojos y dijo ―  Era divertido... y yo sólo quería comprobar que tiene más resistencia... sí mi cabeza se rompía antes, o si era la pared... ― sonrió ante su broma para salir del atolladero y continuo ― pero ya no lo haré mas...

― No creo que sea buena idea que lo compruebes... por favor, no lo hagas... ― Akita la miró a los ojos un momento más y asintió mientras sonreía; luego se dio la vuelta y entró al salón, con Yamile siguiéndolo de cerca...

"¿Pero que demonios acaba de suceder?" -se preguntó Yamile - "¡¿Quise besarle !" - Yami sacudió la cabeza, confundida e intento darle una explicación a eso - "Sólo fue el momento... estoy confundida por culpa de Takeshi quien me está haciendo sentir emociones muy fuertes.... y con esa confusión y mientras pensaba en él... aparece Akita y estoy segura que por ello quise besarle .. " - por un momento Yami no entendió por qué demonios se estaba explicando aquello, pero se sintió más tranquila al hacerlo...

En eso, Yamile sintió un golpecito en el hombro; y al darse vuelta se topo con Takeshi, que le dijo ― ¿Dónde estabas Yamile-chan?... Siento que mi hermana me evita.... y la verdad, me siento raro porque la quiero y no me gusta que me evite sin saber por qué...

Yami se volvió a llenar de esperanza ante la frase "...porque la quiero..." que aún retumbaba en sus oídos, así que inmediatamente contesto: ― Naaaaah... son imaginaciones tuyas... ¿Cómo porqué habría de evitarte?... y es que bueno, tampoco voy a estar pegada a tus talones todo el tiempo ― Al decirle esto, le dedico una sonrisa...

"¿Será verdad que si me quieres?" - pensó Yamile, mientras aún le sonreía, y ocultaba por un momento el miedo y dolor que estaba comenzando a sentir...

viernes, 9 de diciembre de 2011

Capitulo 9: "Aún más..."

― Te ves cansada ― dijo Akane al mirar las ojeras de Yamile, y meneo la cabeza en un gesto de desaprobación.

Yami sonrió levemente y dijo ― Es que ayer fue un largo día. Ya sabes, por la mañana me fui a la convención, y por la tarde-noche la reunión y el desfile de Halloween que duró más de lo que espere ― claramente se le veía feliz por la sonrisa que mostraba en su rostro ―  Pero me divertí saliendo con ellas y haciendo idiote....

Akane de repente la interrumpió y le dijo ― Ya te había dicho que no fueras. Y que bien que te hayas divertido con ellas, pero creo que debiste haberte quedado en casa y haberte puesto a estudiar o ver televisión... No debiste haber salido con ellas...

Yami tenía mucho sueño, pero había pasado una buena noche divirtiéndose con sus amigas; y parecía que ahora su cuerpo estaba cobrándole y le hacia bostezar y cabecear incluso durante las clases; pero aún así, alcanzó a escuchar a Akane despotricando idioteces sin sentido contra las otras amigas de Yami.

― ¿Qué has dicho? ― preguntó Yamile, que no soportaba que alguien dijera algo malo o insultara a sus hermanas y menos sin justificación.

― Qué ellas... ― comenzó Akane pero luego rió burlona, se interrumpió a mitad de la frase y dijo ― ... sólo no las veas, sí eso es malo para tí...

― No digas eso, ni te pongas pesada. ― dijo Yamile, ya sin muchos ánimos.

Akane le dedicó entonces una mirada como cuchillo afilado, y se giro justo en  el momento en que una voz se dirigia a Yami.

― No le hables así a Akane ― dijo serio y molesto Takeshi.

Yami se dio vuelta sobre su asiento, para mirar de frente a Takeshi que estaba sentado detrás― Ella ha hablado mal de ellas. Y sin siquiera conocerlas quiere que las deje de ver. No me parece que primero las haya insultado ni que se ponga en ese plan de...

― No lo hagas, he dicho ― dijo con un tono furioso ― Solo no le hables así, ¿De acuerdo?... No dejare que la molesten.... ni que se enojen entre ustedes...

― Yo no he dicho nada malo; sólo le pedí que no se pasara con ellas... ― respondió Yami, temerosa por el tono de voz de él, y sintiéndose confundida...

― Las protegere a ambas de todos; incluso de ustedes mismas si es necesario. Y no dejare que le hables así a mi hermana... ― Yami miró sus ojos y se intimido, ya que los vio aún más fríos y distantes... -"¿Qué demonios te sucede?" - pensó, ya que él parecía muy molesto y ella ni siquiera sabía que es lo que había sucedido mal.

Y sin dejarla pensar en algo más, él le dijo ― La quiero y no quiero que le contestes si ella te reclama... ― Yami tenía miedo, y no sabía que es lo que debía decir; y antes de que tuviera oportunidad de averiguar qué, Takeshi se levantó de su asiento y se marcho, dejándola aún más confundida...

De pronto comenzó a verlo todo borroso y sintió ganas de llorar; sin saber si se debía al enfado, frustración o a los ¿celos?... Si, celos de que él hubiese protegido a Akane en ese momento; a una chica que hablaba repentinamente mal de él a sus espaldas. Celos de que él hubiese apoyado a Akane...

Y aunque ella intentaba comprenderlo y de cierta forma sabía que él lo hacía para evitar que ellas dos se peleasen, le había molestado que él la interrumpiera cada que intentaba explicarse y hubiera sido así de cortante con ella. Y por un momento intento imaginar que él quizá lo hizo de ese modo, atacandola a ella,  por que ella era más tolerante que la temperamental Akane...

Entonces, se sintió aún más frustrada de saber que quizá así era y que ella de cierta forma lo comprendía y justificaba porque lo quería; porque en verdad le gustaba. Y sobretodo, estaba furiosa consigo misma por darse cuenta de que lo quería tanto e incluso que cada día lo quería aún más, y aún así no poderselo decir por miedo... miedo y celos.

En ese mometno, Kenta se acercó a Yamile y pareció repentinamente sorprendido y alarmado por la expresión de ella. Alarmado por esas lágrimas que en cualquier momento podía desbordar ― ¿Estás bien?

― Ohh... claro ― respondió ella, regresando de sus pensamientos y mirando a Kenta ― Todo está bien... sólo tengo sueño... ― y le sonrió en un intento de apoyar sus palabras para poder tranquilizarlo...

Kenta la miró y pareció complacido por la justificación de Yami, pues le había creído, por lo que Yami sonrió con más fuerza, agradeciendo que fuese tan sencillo engañarlo y que no hubiese sido otra persona más hábil con las emociones, quien le preguntase aquello.

***

Así fue como los días fueron avanzando.

Y con el paso de esos días, Yami seguía evitando de cierta forma a Takeshi. Pues sucedía que él también le daba la impresión de que había comenzado a ignorarla y alejarse de ella sin motivo aparente. Y entre más tiempo pasaba, ella tenía cada vez más miedo... Miedo porque se daba cuenta, de que entre más tiempo intentaba ignorarlo, ella se encaprichaba más con él...

Y en su fuero interno, también se enfadaba por no poderlo tener, por no poderle decir lo que ella sentía y por desconocer que sentía verdaderamente él...

Porque sabía, que cada día lo quería más que el día anterior y eso la confundía aún más... cada vez más...

viernes, 2 de diciembre de 2011

Capitulo 8: "Reencontrarse con los recuerdos..."


Yamile se encontraba de pie frente a esa casa, en espera de que alguien escuchara el sonar del timbre, se  abriera la puerta y salieran a recibirla. Ciertamente se le veía feliz. Sonreía.

De pronto, la puerta se abrió de golpe, una silueta salió corriendo y se abalanzó sobre ella. Al siguiente instante, tenía una maraña de cabello tapándole el rostro, unos brazos rodeando sus hombros y una voz femenina que con alegría le dijo: ― ¡Qué suerte que hayas podido venir! ― y se reconoció la voz suave pero firme de Kaiya, quien abrazó a Yamile durante varios segundos, hasta casi asfixiarla.

― Sí.. t.tenía ya mucho tiempo desde que... nos vimos la última vez.... ― dijo Yami con dificultad para hablar, pues aún sentía la presión de los brazos de su mejor amiga ― Las extrañe tanto... ― Yami miró por encima del hombro de Kaiya, y vio otras dos siluetas femeninas mirando la escena desde la puerta. Entonces, como pudo alzo el brazo y extendió su mano, en forma de seña para invitar a Sayu y Arween a que se unieran al abrazo también.

Sí, se sentía un poco asfixiada por todo aquello, pero estaba contenta. Feliz de tener de nuevo a sus tres amigas cerca.

Sucede que esas chicas eran definitivamente las mejores amigas de Yamile. Y sin importar que hubiera conocido a Akane o que llegara a conocer a más chicas, nadie reemplazaría el sitio que tenían ellas. Porque su amistad ya llevaba forjándose desde hace tres años; desde el momento en que se conocieron al entrar a la secundaria. Y durante el pasar de esos años. había vivido tantas cosas con ellas: Crecieron juntas y de alguna forma, una se parecía a otra en algunos aspectos; porque de algún modo ellas eran  como verdaderas hermanas. Y nada, ni siquiera el tiempo o el cambio de escuela, harían que ese sentimiento se fuera.

Estuvieron entrelazadas en el abrazo solamente un par de segundos; y al soltarse, todas entraron en la casa que había detrás de ellas. Entonces, cuando Yami cruzó el umbral, comprobó que aún sentía la casa de Arween como un lugar seguro. Seguía siendo el refugio que había sido en muchas otras ocasiones...

― ¿Cómo has estado Yami? ― preguntó Kaiya al fin― Tiene tanto que no sabemos nada de ti, que hasta pensé que te escondías de nosotras...

― ¡Jamás lo haría!... ― dijo Yami exagerando el tono de voz a propósito ― Es sólo que, como ya no vamos en la misma escuela y nuestros horarios tampoco no coinciden...Y ni había encontrado la oportunidad de contactarlas o me había topado con Sayu, ¡Y eso que las dos vamos a la misma escuela! Lamentablemente su horario de clases es en la mañana...  Esto de ir en un turno durante la tarde me descompensa mucho. Yo... lo siento... debí haberlas buscado con más ganas ― se disculpó Yamile, y como respuesta, las otras chicas, la abrazaron.

Entonces, todas comenzaron a hablar de las novedades no contadas y de los recuerdos ya vividos, haciendo del "Recuerdas aquella vez, cuando..." o del "Cuéntame más..." sus frases favoritas; sumergiendo a Yami en un mundo ya conocido. Estaba contenta, en confianza y con gente que amaba...

Definitivamente ellas eran amigas verdaderas. Su verdadera familia... sus tres queridas hermanas...

***

― Y bien Yami ¿Ya tienes amigos nuevos?  ― preguntó Arwen, mientras se maquillaba para el Halloween al que asistirían esa noche.

― ¿Qué me dices de conseguirte algún chico? ― completó Kaiya.

― Pues sí tengo algunos amigos... y también hay chicos... de hecho, son demasiados chicos en la escuela... en mi grupo por ejemplo, solo somos 5 chicas.

― ¿Y, qué tal son tus amigos?  ― terció Sayu.

― Bueno... aaam.... Akane es con quien más convivo en la escuela. Es una chica curiosa... porque es buena persona y amable, pero eso no le quita lo terca, orgullosa y enojona...; también está Kenta, quien es un chico tímido, educado... bueno al menos es educado conmigo, porque he notado que con los demás puede ser muy grosero...; está Takeshi... y él... es muy reservado y frío, pero me quiere y no me trata mal... y.... y también esta él: Akita... ― Yami se detuvo, y dudó, pues no sabía cómo debía describirlo ― él... sólo es... Akita ― concluyó, pues no encontró otra forma de decir las cosas, y hacerle justicia a su extraña y atrayente forma de ser.

― Uuuuy.... has dicho su nombre de forma curiosa y hasta podría jurar que he visto algo raro en tus ojos en ese momento ¿Te gusta ese chico? ― preguntó Kaiya.

― No... ― Yami lo negó, pero recordó entonces sus ojos y se corrigió ― Bueno, no exactamente....

― ¿A qué te refieres?

― Él es raro... "misterioso" es la palabra correcta. Porque desde la primera vez que lo vi, me dio la sensación de que lo he visto antes, pero sé que no lo conozco. Tampoco sé mucho acerca de él porque no se deja conocer. Pero por lo poco que hemos conversado, ha sido amable y amistoso.... Puedo decir que él tiene un halo de misterio que me repele y atrae mucho.... y sus ojos. Oh, definitivamente lo que más me gusta de él son sus ojos: son lindos, cálidos y raros también... creo que al verlos, siento que puedo llegar a conocerlo mucho a través de ellos...  ― Yami se detuvo un momento para pensar como debía continuar, y sonrió al decir: ― Sí, ahora que lo pienso, es definitivo que Akita me gusta. Pero, temo decepcionarte al decir, que no me gusta de la forma que insinúas; si no más bien, me gusta como persona.... mmm... no sé si me entiendan. Me gusta ese misterio, esa amabilidad, su carisma... y al menos lo poco que conozco y que he podido ver en él me gusta. Pero, repito, no me gusta como chico, si no como amigo. Y me intimida en cierto grado.... ― ella ya no supo como continuar, por lo que se detuvo.

Sus tres amigas la miraron un rato, y Kaiya comenzó a reír abiertamente.

― ¿Qué? ¿Tiene algo de gracioso lo que dije?

― No, pero ese tal Akita me provoca curiosidad....

― Debería conocerlo para poder comprenderte mejor ― interrumpió Arween ― Y saber por qué pareces confundida y encandilada a la vez, al hablar de él ―  eso provoco que Yamile se sonrojara. "¿Encandilada? ¿Realmente lo estoy?"- pensó

 ― Y entonces, si no te gusta él... ¿Hay algún otro chico interesante?

― Takeshi también es interesante; y sí todo va bien y tengo suerte con él, entonces yo tendré un chico y ustedes un cuñado ― dijo Yami sonriendo....

Estaba feliz y cómoda. Realmente le sentaba bien estar con ellas.

― Eso suena bien ― dijo Kaiya, interrumpiendo por un momento el arreglo de su maquillaje ― Cuéntanos sobre él...

― Él es un tanto frío y muy callado. También debería admitir que es algo arrogante. Y sí,  está definitivamente loco, es tan distante de todos... Pero, es por eso que quiero salir con él; porque quiero comprobar que quizá sea un poco sensible.... Y últimamente él me atrae....

― Sabes, suena a que los tipos que conoces están locos... y tú aún más por fijarte en alguno de ellos... ― dijó Arwen.

― Sí Yami, definitivamente....  ― sonrió burlona Kaiya ― Antes te gustaba Tenshu, y ahora, otro tipo raro.

―  ¡No deberías quejarte! Porque tú no te quedas muy atrás. A ti también te gustaba Tenshu...; lo cual indica que no estoy tan mal, o en un caso más probable, que ambas estamos chifladas ― bromeó Yamile. E intentó sonreír con el fin de ocultar la emoción y dolor que había sentido al escuchar mencionar a ese chico. Un chico que aún quería; un chico que no olvidaba todavía. Ese chico, que se había encargado de lastimarla tanto al rechazarla... Él era el culpable de que ella siguiera desconfiada de los chicos...

***

Miró el reloj, y se dio cuenta que aún era temprano, pero que todavía tenían una larga noche por delante....

― La música del lugar estuvo bastante bien ― dijo Sayu, mientras salían de la convención de Anime.

― Sí. Supongo que esto no está tan mal, mientras esté con ustedes. ¡Y lo mejor es que aún lucimos bien para ir al Halloween! ― continuó Kaiya, mirando los respectivos disfraces de las otras 3 chicas ―Todas lucimos, a su modo, encantadoras y raras.

― Lastima que no pueda ir con ustedes ― afirmó triste Sayu ― Me gustaría divertirme y ver más disfraces...

― Sí, lastima... sólo he podido verte un ratito ― dijo Yamile, decepcionada de que su amiga tuviera que irse.

― Bueno, al menos diviértete con Junjou...  y alegralo esta noche. ― dijo Kaiya de forma atrevida, cargando la expresión de doble sentido.

― Yo... yo... ― Sayu se sonrojo, comenzó a balbucear y opto por despedirse de ellas ― Por favor, cuídense. Las quiero... ― entonces, dio media vuelta, y se fue.

― No deberías decir eso así Kaiya, podrías incomodarla. ― dijo Yami, mientras miraba en la dirección en que Sayu se marchó.

― No puedo evitarlo. Yo soy así de atrevida, y no me gusta tragarme las cosas que pienso. ― Yami sonrió ante ese comentario. Kaiya tenía razón, ya que en los años que llevaba conociéndola, siempre había sido tan directa; y eso era precisamente lo que más le agradaba de ella.

― Lo sé ― dijo Yami, y la abrazó ― A mí no me incomoda. Así te adoro niña...

Yami miró a sus amigas y supo que pese a no verlas durante mucho tiempo, sus locuras y ocurrencias siempre la harían sonreír. Estaba segura, que siempre contaría con ellas; siempre serían hermanas. Y esa certeza la hizo extrañar aquellos días en donde podía estar con ellas a diario, sonriéndole a la vida juntas, superando cualquier problema entre todas y sabiendo que sí algo iba mal, tendrías tres personas que te apoyarían incondicionalmente.

Pero ahora, todo era tan distinto con todas lejos, luchando individualmente por un futuro... un futuro, que de alguna manera, todas compartirían y siempre estarían juntas.

― Las quiero niñas.... y realmente mucho ― dijo Yami, parándose en puntillas, para poder alcanzar la mejilla de ambas y poder darles un beso a cada una ― Prometo, que nunca las dejare.

Kaiya le dio un golpe en el hombro y le dijo ― Ya deja las cursilerias... eso es asunto de Sayu. ¡ Larguémonos a asustar a los pequeños niños y a robarles dulces!

Yami sonrió. Hace tanto que no estaba tan contenta...

jueves, 1 de diciembre de 2011

Capitulo 7: "Como un hermano"

Ya había pasado cierto tiempo desde aquel suceso con la sonrisa y los ojos de Takeshi, pero para Yamile aún estaba fresco, y el recuerdo le bombardeaba la mente constantemente; asunto que por demás, la inquietaba.

Sabía que estaba teniendo una reacción exagerada ante eso, pero últimamente nada la distraía de pensar en ello, y por si fuera poco se estaba sintiendo un poco solitaria. El hecho era que durante las ultimas semanas, el trato con sus amigos se había modificado un poco, y todo era por causas externas a ella.

Sucedía que sus amigos la habían apartado un poco; por ejemplo, ya no hablaba mucho con Akane, y eso por que su amiga estaba un tanto ocupada ligándose a ese flacucho y pequeño chico que ahora le gustaba; por otro lado, Kenta había decidido que tras lo sucedido entre ellos, lo mejor era distanciarse un poco para que él se “olvidara” de sus sentimientos… Kenichi, pese a hablarle de vez en cuando, no era muy apegado a ella… y estaba Akita... de quien ella tenía unas ganas tremendas de hablar con él, pero parecía tan absorto en su propio mundo, con esos ojos tristes y distantes, que no se atrevía a acercarse mucho a él.

Todo esto, hacía que Yamile pasara más tiempo con el propio Takeshi, cosa que no solucionaba el hecho de pensarlo y comenzaba a hacer que ella se interesara aún más. Y aún así, pese a sentirse intimidada, confundida e incómoda ante él, seguía intentando hacer que él la quisiera más. Y de algún modo, le funcionaba bien eso de ser "como hermanos", pues ahora conocía más sobre el misterioso Takeshi...

― Yamile-chan ― dijo repentinamente Takeshi en un tono informal, como si hablase casualmente de un tema que se hubiera quedado pendiente ― ... te prometo que algún día te llevare a mi casa, y te dejare conocer a mi familia.

― ¿No hablaras en serio, o sí? ― dijó Yami, sorprendiéndose por la espontaneidad al decirle aquello, y de las ocurrencias de Takeshi.

― ¡Claro Yamile! ¿Por qué no habría de hacerlo? ... Eres como mi hermana, así que debes conocer al resto de "nuestra" familia. ― dijo él con una sonrisa en la cara, dejándola asombrada por la naturalidad con la que sonreía últimamente ― Pero además de eso, lo hago porque te quiero, y confío en ti...

― Gra.gracias ― dijo Yami, mientras se sonrojaba.

Se le hacía curioso ese repentino acercamiento que solía tener con Takeshi, pues definitivamente era muy raro que él se comportara de aquella forma; sin embargo, era aún más curioso esa punzada que sintió ella al darse cuenta -un par de clases más tarde- que ese trato no era tan especial, porque también a Akane comenzó a llamarla "hermanita"...

Pero de algún modo, también le alegro aquello, pues ahora eran como una pequeña familia... una familia de la que apenas sabía nada, pero que de igual forma, quería....

***

Era casi la hora de salir de clases ese día, y en el salón se sentía un ambiente totalmente relajado.

Yamile se encontraba mirando en aquella dirección, sonriendo por lo que veía: Takeshi y Akita charlaban como buenos amigos y aunque ya los había visto en otras ocasiones platicando, no por ello dejaba de ser raro ver a  esos dos misteriosos chicos conversando tan tranquilamente. Y es que eso se le hacía sumamente curioso y lo envidiaba, pues quería no solamente llevarse bien con Takeshi, si no que quería que Akita también la tratara más cercanamente... quería poder verlo cuando sus ojos cambiaran, a aquellos radiantes... quería ser su amiga... y no cualquier amiga, si no, una buena amiga...

En ese momento, Takeshi giro el rostro y vio a Yamile mirando atentamente en aquella dirección. Ella se sonrojo, sintiéndose como un niño que es atrapado haciendo una travesura. Y se sintió aún más nerviosa cuando él comenzó a acercarse a ella.

― ¿Sucede algo hermana? ― le dijo él.

― No, nada, sólo divagaciones mías... ― respondió Yami, evitando mirarlo a los ojos.

Akita se había acercado también, e interrumpió diciendo ― ¿Hermana?― luego, miró alternativamente a Takeshi y a Yamile, confundido por aquello ― ¿Ustedes son hermanos?

― No realmente ― dijo Takeshi ― sólo la trato como mi hermana porque ella necesita protección. Por eso la llamo hermana... es mi hermana "adoptiva".

― Oh, ya veo... ― dijo Akita repentinamente, pareciendo apenado, y se creo un ambiente incomodo entre los tres, que él rompió diciendo ― Espera... entonces, sí tú eres su "hermana", y yo soy como un hermano de él, eso te convierte también en mi hermana, ¿Cierto? ― dijo, refiriéndose a Yamile.

Yami lo miro fijamente, y no supo que decirle a Akita.... ¿Acaso él quería, que ella fuese también como su hermana?... la idea le agradaba.

― Bueno, supongo que.... no querrías ser hermana de alguien como yo.... así que... ― Akita había malinterpretado el silencio de Yamile, y por un instante parecía decepcionado y más apenado. Pero fue durante ese momento que Yami pudo ver de nuevo lo "frío" de sus ojos...

― ¡No!... bueno, quiero decir.... aaam... es sólo que me sorprendió lo que has dicho... ¿Quieres ser mi hermano?... y-yo sí...― tartamudeo y balbuceo ella.

― Oh... entonces serás mi amiga...no, mi hermana... ― Mientras decia esto, Akita sonrió y apartó la vista, pero Yami pudo ver, como sus ojos volvían a hacerse cálidos...

― Me encantaría ― respondió, encandilada por el brillo de esos ojos... y recibió como respuesta, una sonrisa genuina de Akita.

De pronto, el sonido del timbre que anunciaba el fin de las clases, interrumpió ese momento, y Yamile comenzó a guardar sus pertenencias en la mochila.

Fue entonces, cuando Takeshi se acercó a ella y le dijo ― ¿Te parece sí te doy mi e-mail, para que podamos hablar? aaaam me gustaría que me agregaras, porque quiero poder hablar más contigo, incluso fuera de la escuela, y poder conocerte mejor. ― Ella sacó una pluma y anoto en una de sus libretas. Y justo cuando guardaba de nuevo sus cosas, Akita se acercó y le pidió a ella su e-mail.

― ¿Tienes dónde escribir? ― le pregunto ella.

― No. Pero... aaam... escribelo aquí ― y le tendió el brazo, por lo que ella sonrió y comenzó a escribir sobre la piel.

― Listo. Agrégame. ― le dijo ella y se despidió, dejando a Akita con todo el antebrazo marcado por la tinta de aquellas letras gigantes que había plasmado para que no lo olvidara.

Yami salió del salón y camino por el pasillo mientras sonreía. No dejaba de sorprenderse por el ritmo y rumbo repentino que había tomado su relación con ellos. Se sentía emocionada por lo fácil que se estaban haciendo las cosas; pero más aún, por haber descubierto que las emociones y sentimientos de Akita eran los que hacían cambiar sus ojos...

"Quiero ver siempre a un sonriente Akita... quiero que siempre tenga esa hermosa mirada llena de vida... quiero en verdad ser una amiga para él... quiero ser como una hermana... " - pensó Yami, sonriéndo al imaginar y recordar ese rostro sonriente y los ojos de Akita... sonriendo, por lo que la vida le estaba dando...