sábado, 26 de mayo de 2012

Capitulo 29: "¿Debería decir adiós?"

Abrió los ojos lentamente; incluso tardó unos segundos más en darse cuenta de dónde estaba, pues él silencio la abrumó a tal grado que la deslocalizó. Era sumamente extraño que toda su casa estuviese callada, y más aún durante vacaciones.

Se incorporo del sillón en la sala y avanzó hacía el pasillo, luego entró a cada de las habitaciones y se sorprendió de que todas estuviesen vacías; corrió hacía la cocina y tampoco encontró a su madre. Tomó el teléfono y marcó a su madre: no contestó. Probó marcando a su hermano y padre, pero el resultado fue el mismo.

Sintiéndose desesperada, sin saber exactamente si se debía a la preocupación de que ellos no estaban y no contestaban, o sí era la ansiedad que le daba el estar solita, se sentó en el sofá y puso la cabeza entre las rodillas a la vez que  respiraba lentamente para intentar calmarse. Pensó un momento; y se le ocurrió que podría salir y divertirse con sus amigos, pero inmediatamente desechó la idea, pues ninguna de sus amigas se encontraba cerca... y no había forma de comunicarse con ellas tampoco.

Entonces, estaba totalmente sola... y no quería sentirse sola pues lo detestaba: Le daba ansiedad esa total soledad acompañada del aburrimiento. E incluso pensó en salir, pero estaba sola y no se atrevía; además, sí sus padres llegaban y no la encontraban quizá se molestaran después.

Yami se levantó del sillón y tomo su laptop para poner algunas canciones; y como supuso, la música comenzó a tranquilizarla.  Pero aún sin sentir que fuese suficiente, deseo poder sentirse comunicada con alguien para olvidar aquella situación que detestaba; por lo que finalmente se conectó para poder charlar con alguno de sus amigos.

Y encontró que Akita se encontraba conectado, por lo que sonrió al ver aquello; durante los últimos días había estado conectada diariamente con él, y pese a que simplemente hablaran de cosas triviales -o trataran un tema más serio-, ella encontraba sus conversaciones relajantes, amenas y divertidas; le encantaba platicar con él, más que con nadie. Por ello decidió comunicarse con él; pero en cuanto estaba por escribir un saludo, él se desconectó.

Desanimada, de pronto se dio cuenta de que Janao estaba conectado y decidió que si no había nadie más, entonces hablaría con él; pues así podría distraerse, pero en vez, fue él quién empezó a hablarle.

>> Yamile... necesito hablar contigo sobre nosotros....

>> ¿Qué sucede?

>> es sobre.... bno, sinseramente no estoy seguro d q este bien seguir saliendo sin q sepas algo...

>> ¿Eeeh?  - Ella se sentía confundida y  no sabia a donde iba Janao.

>> bueno te dire lo que pasa... desde el principio no estaba seguro de lo q sentía y crei q podía fingir que te quería como una novia, pero lo sierto es que aunque yo lo intentase no podía verdaderamente... intente mirart como se supone que debería...

>> ¿Qué... ? ¿Qué es lo que quieres decir?

>> esto desde el principio no ha sido del todo real, yo había echo una apuesta con mis amigos y debía cumplirla y debia elegir a 1 chica para acer q ella se interesara en mí y salieramos... y esa chica eres tu.
te elegí por q a simple vista m convenciste y me gustabas... no tanto, pero lo suficiente como para q la mayoria d mis sentimientos por ti no fuesen una mentira... pero la relación creo que sí lo fue... debiste haber sido mi amiga simplemente.... no mi novia....

Yami leyó aquello sin creerlo... estaba pasmada.

>> creo q sera mejor q esto entre nosotros ya acabe - terminó de escribir Janao

Ella comenzó a temblar... entre más leía aquello, menos podía creerlo.

¿Una apuesta?: Eso era lo había significado todo esto para Janao.
¿Acaso ella simplemente había sido un juego para Janao?
¿Un medio para demostrar o ganar algo a su costa?

Yami seguía temblando, sin saber sí lo hacía por furia o por algún otro motivo. De pronto, comenzaron a brotar lágrimas de sus ojos; lo que demostró que aquello que sentía, era tristeza....

Se sentía abatida, triste, defraudada y usada: Se sentía cómo si hubiese sido el juguete de Janao.

Sonrió con ironía, pues había sentido que él era diferente a todos. Y en el momento en que él se había "declarado", ella había jurado que era real... ¡¡Que él la querría!!! Incluso sintió que esto al menos la ayudaría; pero había resultado peor...

¿Es que acaso lo único que sería siempre, era el juguetito y distracción momentánea de todos aquellos chicos?

Su día se estaba poniendo cada vez peor, al igual que sus vacaciones. Se sentía sola y estaba sola: Sus hermanas, sus amigos, su novio, su familia... ya no había nadie.  Y comenzó a llorar a rienda suelta...

Cerró la laptop y avanzó hasta su cuarto trastabillando. Todo comenzó a ponerse borroso y en ese momento, tomo una decisión precipitada.

Se acercó al botiquín y comenzó a revolver las medicinas en busca de unas pastillas especificas. Encontró los somníferos que buscaba, vació algunas pastillas en su mano y se las llevó a la boca... quería dormir profundamente.

Regresó a su habitación y como lo esperaba, comenzó a sentir sueño. Enseguida, sintió una desazón en el pecho y en el cuerpo.

Cuándo estaba cerrando sus ojos, recordó la voz de Akita diciendole "No lo hagas hermanita... por favor..." Deseo que él estuviera a su lado. Quería ver sus ojos y verlo sonreír; quería que él la abrazara y le sujetara la mano... hubiera querido que él le dijera adiós.

Pero ya era tarde, sus ojos se cerraron y fue imposible intentar volver a abrirlos. ¿Algo iba mal?

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