lunes, 20 de febrero de 2012

Capitulo 20: "¿Qué piensas de mí?"

Había pasado una semana desde que las exposiciones finales terminaron; de hecho, esas eran las últimas semanas que iría a clases ese semestre, y todos los temas escolares ya habían concluido; pero Yami seguía yendo a la escuela sólo para pasar un rato más con sus amigos y no estar encerrada en casa... además de que oficialmente no habían dado por concluido el ciclo escolar.

Aún así, aquel lunes Yami llegó temprano a la escuela, porque en su casa no había nadie y además el camión había sido más rápido que de costumbre...Así que caminó por el patio de la escuela hacía el edificio de los salones, luego avanzó por el pasillo hasta llegar al aula; entró y cómo supuso, aún no había nadie. Avanzó entre las filas y tomó asiento en su lugar habitual. Entonces, se puso a dibujar distraidamente mientras esperaba a que llegaran los demás y evitaba pensar que se encontraba solita...

Odiaba esa sensación de vació que le provocaba estar sola en una habitación...

Aproximadamente quince minutos después, los chicos comenzaron a llegar y ella se sintió más relajada. El primero en llegar fue Janao, y al verla le dedicó una mirada curiosa y le sonrió. Luego llegó Akane, quién se sorprendió al verla ahí tan temprano.  Pronto Yamile se halló contagiada por el animo de Akane, quien lucía demasiado contenta; era como sí de repente le hubieran inyectado felicidad e incluso se mostró amable y contenta y a todos les dedicaba una sonrisa... A pesar de todo, por ahora todo marchaba bien ese día.

Al cabo de un rato el salón estaba casi lleno; y pronto la profesora llegó.

La profesora -qué impartía la materia de orientación personal- los miro de una manera curiosa, tal y cómo los había mirado el primer día de clases, antes de hacerlos presentarse ante el grupo. Luego a pesar de que el curso ya había acabado, comenzó a hablarles sobre la dinámica de alguna actividad que tenía planeado hacer. Al cabo de un rato, Yami se dio cuenta de que no estaba concentrada en aquello, y a pesar de que sentía que aquello podía ser importante, no pudo prestar atención más que a unas cuantas frases sueltas. ―... es importante conocer lo que es la empatía... por lo que es necesario entonces que conozcamos la opinión que tienen los demás de nosotros... ― Yami sintió que aquello que la profesora haría no le agradaría ―... ustedes ya llevan un semestre conociéndose, así que ahora veremos lo que piensan los demás de nosotros. ― Lo sabía. Aquella actividad no le gustaría.

Entonces, la profesora los hizo que acomodaran las bancas formando un circulo alrededor del salón y se sentaran; y en una hoja que tenía escrito el nombre de cada uno de ellos, todos debían escribir la opinión que tenían de esa persona.

Comenzaron a rolar hojas, y Yami iba escribiendo debajo de los nombres, algunos sin saber que opinar de esa persona, por no conocerla. Al cabo de una hora, cada una de aquellas hojas tenía escrita un sin fin de opiniones, y fueron a parar de nuevo a manos de sus dueños, de forma que todos pudieran leer lo que pensaba el resto.

Cuándo Yami obtuvo su hoja la observó, y sonrió con ironia. Casi todos los comentarios, decían prácticamente lo mismo: "Eres muy antisocial. Platica más con todos."

Entonces, Yami buscó entre los comentarios la caligrafía de sus amigos.

Takeshi decía que debía ser mas social, y no centrarse sólo en hablarle a ellos.

Kenta parecía perrito faldero, con sus comentarios halagadores y básicamente lo único que decía es que la quería mucho, al igual que Akane.

Kenichi decía que ella era buena y que eso le agradaba.

Los comentarios más curiosos por no tener gran sentido y tener balbuceos fuera de contexto, fueron los de Akita y Janao. En resumen Akita decía que la quería, pero que hablaba chistoso y debía elevar el volumen de su voz; y Janao igualmente que la quería y que era una chica inteligente, callada, y muy buena exponiendo y para convencer sobre una temática.

"¡Dios! estos chicos creatividad para escribir" -pensó Yami, riendo a carcajada limpia.. ¡Entonces, debía ser más sociable?

Después de un rato, todos regresaron sus asientos a su respectivo lugar; y mientras Yami charlaba con Akane sobre la recién actividad, Kenichi las interrumpió dándole un golpecito a Yamile en el hombro para que ella volteara. Entonces, le tendió un trozo de una hoja de papel que había sido doblada en varias partes, y le dijo ― Te lo manda Janao.

Ella tomó el pequeño papel, le agradeció a Kenichi y notó que Janao la miraba fijamente desde el otro extremo del salón, lugar donde él se sentaba habitualmente.

Yami fue extendiendo el papel y finalmente leyó. ― "¿Qué piensas del papel que te mande el viernes?"

Confundida, ella miró a Janao y luego escribió ― No sé. Y ni siquiera sé de que papel me estás hablando... ― luego le pasó el papel a Kenichi, para que se lo diera a Janao.

― Metí un papel en tu mochila el viernes... ¿Ya lo has visto? ― Fue lo que recibió por respuesta de Janao.

― Ni siquiera sabía que había un papel; pero la verdad es que tengo tanta basura dentro de la mochila, que de no ser porque ahora me lo dices, ni siquiera me habría percatado de un papel nuevo. Déjame checar ahora mismo ― escribió Yami, y le mando de vuelta el papel a Janao.

Luego se puso a hurgar en cada una de las bolsas de la mochila, hasta que encontró un papel diferente y que había sido doblado meticulosamente. Cuándo comenzó a extenderlo, se sintió nerviosa; y notó que Akane -que hasta ahora había estado al corriente de la reciente conversación por escrito con Janao- también se mostraba ansiosa y estaba al pendiente de conocer que estaba escrito dentro de ese papel.

Al final terminó de desdoblarlo, y leyó:

"Yamile, sé que tengo relativamente poco tiempo de conocerte y que casi no nos hablamos en clases por la distancia que hay entre nosotros; sin embargo, por lo que he visto en ti y en cómo te desenvuelves con todos, pienso que eres una chica tímida, linda e inteligente. Pero debo admitir que precisamente eso me encanta: esa curiosa forma de ser.  Entonces, puedo arriesgarme a decirte que me gustas.
Sé que a una chica, no le gusta que alguien le diga esto de este modo; pero necesitaba que lo supieras y sólo pensé en este modo más rápido y sin complicaciones ni trabas. 
De cualquier forma, sí a ti te desagrada esto, comprendería si dejaras de hablarme. Sólo quiero decirte que me gustas y que quiero salir contigo. Quiero que lo pienses, y luego tendremos tiempo para hablar de ello. Al menos, si no se puede de otro modo, quisiera hablar contigo para poder ser  amigos más cercanos.
PD.- Soy Janao. ;D"

Ella sintió de inmediato subir su sangre a la cara y le pasó aquella hoja a Akane para que también pudiese leerla y se enterara de aquello.   Después, Yami  se mostró ansiosa el resto de la clase, esperando que esta diera fin.... su día acababa de dar un giro que no había previsto ni esperado...

Una vez que el profesor salió del aula, Yami fue corriendo a la puerta y Akane la siguió.

― ¿Te sientes bien? ― le preguntó Akane una vez que ambas estuvieron en el patio.

― Sí... No.... ¡No sé! ― respondió ― Es que... es que... ¡No esperaba esto!

― Sólo relájate ― le dijo Akane ― No va ayudar en nada que te exasperes. Ahora dime, ¿Qué piensas hacer con esto?... bueno antes que nada ¿Qué piensas de Janao?

― Yo... no... no sé. ― Suspiró ― Él es curioso... y no... no puedo... yo... ― Yami siguió balbuceando, hasta que se interrumpió porque de pronto vió a Akita, Kenta y Takeshi acercarse a ellas poco a poco.

― ¡Heeeey, Yami! ¿Qué te pasa? ― Le preguntó Akita una vez que lo tuvo enfrente ― Es que estás muy rojita. De hecho, tu piel está del color de tu blusa rosa...

Ella miró hacía abajo y se sintió aún mas sonrojada tras este comentario; balbuceo un poco y luego de un rato, sólo pudo tartamudear ― T-tengo calor. ― y dio media vuelta para ir de nuevo al salón. Sin embargo, mientras caminaba por el pasillo, se topó con Janao; y este le pidió que hablaran a solas.

¿Qué mierda le voy a decir? - pensó ella desesperadamente.

Así que ambos regresaron al patio, y se sentaron juntos en una especie de acera, en dónde permanecieron mirando el atardecer un rato.

― ¿Has pensado en lo que te dije? ― dijo Janao, rompiendo el silencio entre ellos, por fin.

― Sí y no. Lo que quiero decir, es que, sí he pensado en ello; pero no tengo aún una respuesta... ― dijo ella, evitando mirarlo; y luego el silencio se instalo de nuevo entre ambos...

― Me gustas... ― dijo Janao de nuevo. Su voz se escuchó nerviosa, pero segura y firme. ― La verdad es que antes no me había gustado nadie... y sinceramente, a veces me sentía sólo aquí, esperando algo sin saber que esperar. Sólo había vació dentro de mi; ni siquiera podía disfrutar la compañía de los que me rodean. Pero entonces, te veo a ti y encuentro algo que nunca antes había sentido... ― Yami se atrevió a mirarlo a la cara, esperando toparse con los ojos de Janao y poder ver en ellos el reflejo de sus palabras. Pero en vez, se encontró con que Janao no apartaba la mirada del cielo, y Yami se limitó a mirarlo, esperando a que él continuara. ― Supongo que eso significa que en serio me gustas.... ― concluyó Janao, y sólo entonces, se giro para mirarla.

Yami que había esperado que él la viera, se percato que se sonrojaba cada vez más... y sin saber qué más decirle, bajo la mirada...

― Sabes... eres algo así cómo mi musa... ― dijo repentinamente Janao.

― ¿Tu musa? ― preguntó perpleja Yami.

― Sí. He escrito muchos poemas y cosas así, mientras pensaba en ti. Me gustaría que algún día pudieras leerlos.

― Sí... sería interesante

― ¿Entonces, que piensas de lo que siento por ti... y de mí? ― insistió de nuevo Janao.

― Ya te dije, no lo sé... necesito pensarlo... ― Janao permaneció en silencio un momento más y luego dijo:

― Bueno. Me gustaría empezar a salir contigo, o al menos que pudiésemos quedarnos cómo buenos amigos.  ― se detuvo un momento y luego concluyó. ― Mientras, piénsalo bien ¿De acuerdo? ― Al decir esto, se levantó y le tendió a Yami una mano para ayudarla a ponerse en pie; pero ella rechazó aquello, diciendo que deseaba quedarse un poco más de tiempo ahí, sola. Entonces él le sonrió, se dio media vuelta, y la dejó ahí, mientras regresaba al aula.

¿Qué se supone que deba decirle ahora? - se preguntó Yami.

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